La U. de G. ya ha desechado previamente que el sistema antigranizo afecta a la lluvia
*Otras dependencias afirman que las variaciones son consecuencia del cambio climático
*Ante las sequías, expertos trabajan en métodos para atraer las precipitaciones
Cada vez aumentan las versiones que desechan la posibilidad de que el sistema antigranizo que utilizan algunas empresas de agricultura protegida sea la causa del pésimo temporal de lluvias que se ha vivido en los años 2014 y 2015 en la región Sur de Jalisco. Algunas versiones surgieron en entidades federativas donde se alegaban problemáticas similares, otras han sido desempolvadas por dependencias con conocimientos ambientalistas.
A la par, aunque se desconoce el motivo exacto que provoca la falta de lluvia, en muchos lugares del mundo se trabaja en técnicas que puedan provocar la atracción de las precipitaciones ante las crisis agrícolas desatadas por las sequías.
Para la Universidad de Guadalajara el tema no es novedoso
La conclusión más reciente que recibieron los productores de maíz y sorgo de municipios como Sayula, Tuxpan, Zapotiltic y Zapotlán el Grande por parte de autoridades estatales con el fin de atender sus demandas para solucionar la falta de lluvia, fue que la Universidad de Guadalajara trabajará en la aplicación de un estudio para determinar el funcionamiento exacto de los artefactos instalados en aguacateras e invernaderos, y saber así si en verdad producen daños al ecosistema y poseen la capacidad para frenar la caída de agua.
Lo anterior lo dio a conocer Silvano Hernández López, regidor en el Ayuntamiento de Zapotlán el Grande que acudió a una mesa de trabajo sobre el tema celebrada en el Centro Universitario del Sur en el mes de julio de este año.
En septiembre de 2014 los diputados locales Roberto Mendoza Cárdenas y Salvador Zamora presentaron, cada uno, un exhorto ante el Congreso de Jalisco a través del cual solicitan el apoyo de la máxima casa de estudios en el estado para elaborar un análisis sobre las afectaciones de los cañones antigranizo al ambiente, con el fin de crear leyes para regular su uso con base a los resultados finales.
El Pleno del Legislativo aprobó ambas iniciativas que fueron enviadas para conocimiento a la Rectoría General de la U. de G., donde fueron firmadas de recibidas por su titular, Tonatiuh Bravo Padilla, y posteriormente remitidas a la Vicerrectoría para girar instrucciones al cuerpo académico, según se hace constar en el oficio RG/OFC/3079/2014.
Pero esta no es la primera vez que dicha institución educativa participa en procesos similares, incluso ya han elaborado estudios como los solicitados por los campesinos de la región Sur y han emitido resultados.
En agosto de 2002 en Zacoalco de Torres se armó un zafarrancho a causa del uso de un cañón antigranizo por productores de tomate de Sayula, quienes instalaron uno de estos artefactos en el rancho La Venta, el cual era señalado como el motivo de una mal temporal de lluvias. Hasta ahí llegaron los productores de maíz para desmantelarlo en medio de actos cercanos a la violencia donde incluso fue necesaria la presencia de la Dirección Municipal de Seguridad Pública.
Por dicha razón, el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), realizó una minuciosa investigación en la presunta zona de afectación entre los municipios de Sayula y Zacoalco, y la conclusión fue: “El sistema antigranizo no causa alteración alguna al entorno ecológico pues sólo alcanza un radio menor a 500 metros, y mucho menos aleja la lluvia”.
Esta conclusión se puede consultar en una contestación realizada por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), a través del Instituto Nacional de Ecología en febrero de 2005, en respuesta a una petición de asesoría sobre el tema hecha por José Antonio Díaz García, delegado de la misma dependencia en Puebla, donde algunos agricultores acusaban un daño similar a sus cultivos.
El Servicio Meteorológico desecha también el mito
En el mismo documento enviado por la SEMARNAT, Michel Rosengaus Moshinsky, en ese momento jefe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), describe que los cañones antigranizo funcionan bajo un “sistema diseñado para producir una onda sonora de baja frecuencia de gas acetileno en la cámara interna del equipo, lo que de ninguna manera disminuye la cantidad de agua en la nube tratada ni la cantidad de precipitación”.
Rosengaus coincide con los expertos de la Universidad de Guadalajara al asegurar que el efecto de los cañones es local y no rebasa el kilómetro de alcance en la zona donde sean disparados.
Mientras el Instituto Nacional de Ecología enfatiza que si en algunas zonas del país se pueden vivir malos temporales, la razón obedece a los cambios climáticos generados por las contaminantes actividades humanas.
“Por lo que respecta a la modificación del tiempo, la solución más realista es aprovechar las sensibilidades microfísicas que hacen posible que una pequeña perturbación en el sistema provocada por el ser humano pueda alterar la evolución natural de algunos procesos atmosféricos”.
Investigan técnicas para provocar lluvias con el sembrado de nubes
Ante las sequías que han azotado a la isla de Puerto Rico desde 1994, expertos en medio ambiente han iniciado a trabajar en la investigación y puesta en práctica de técnicas para la atracción de lluvia que ya han sido probadas en países como Rusia, China y Cuba. Incluso en 2015 el gobierno comenzó a colaborar en el proyecto.
El método puertorriqueño se llama sembrado de nubes y pretende causar de manera artificial precipitaciones. Es desarrollado por la Universidad de Puerto Rico (UPR) y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillas (AAA).
De acuerdo con Uroayán Walker Ramos, quien encabeza al grupo de investigadores de la UPR, su línea de trabajo sólo busca que la técnica sea usada ante situaciones de sequía extrema como la que actualmente vive la comunidad caribeña donde se estima que el 85 por ciento del territorio padece escasez de lluvia.
El costo mensual aproximado del proyecto de investigación son 66 mil 500 dólares (más de un millón de pesos mexicanos) y es financiado por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales.
La técnica del sembrado de nubes consiste en lanzar a la atmósfera emisiones de yoduro de plata y dióxido de carbono congelado con el fin de que se expandan y generen núcleos de condensación de nubes o hielo. Para realizar la dispersión se pueden utilizar aviones o cohetes especiales.
Este principio fue descubierto en 1946 por Vincent Schaefer, sin embargo es poco utilizado debido a su alto costo y porque los sitios donde su aplicación está legislada la limita a situaciones de extrema urgencia.
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