Punto por Punto – Abusos en el Campo y Complicidad de Autoridades
La denuncia presentada por la Universidad de Guadalajara con respecto a los alimentos contaminados que se venden en el Sur de Jalisco llegó justo unos días antes de que se llevara a cabo la mayor exposición de agricultura en el occidente del país, pero políticos y representantes de dependencias gubernamentales relacionadas con el campo desestimaron el estudio.
El delegado de la Secretaría de Agricultura federal, Enrique García García, dijo que en la cadena productiva se deben ver las dos caras de la moneda, afirmando que, si bien hay cadenas productivas muy prósperas, también están los aspectos ecológicos.
Por su parte, el alcalde de Zapotlán, Alejandro Barragán, dijo que lo dado a conocer hasta el momento es solamente una fracción del estudio, “me parece que los resultados que se publicaron no reflejan una realidad que seguramente se irá descubriendo en el futuro”.
Lo cierto es que las anomalías cometidas por las grandes empresas no están siendo vistas por las autoridades de los tres niveles de gobierno, pues desde hace varios años la agroindustria en el Sur de Jalisco ha hecho y desecho a su antojo sin ser sancionada por sus omisiones.
Desafortunadamente, el tema de los alimentos contaminados con agroquímicos no es el único problema de la agricultura moderna en nuestra región, pues el año pasado se ventiló la gran injusticia en la empresa Nature Sweet que pagó 16 pesos a sus trabajadores como reparto de utilidades.
Ese asunto provocó gran indignación entre los trabajadores que de inmediato iniciaron una protesta en la que lograron un pago bastante superior, pero las autoridades no emitieron ninguna sanción a la empresa por el abuso que pretendía cometer.
También hay serias irregularidades en el transporte de personal, donde los trabajadores agrícolas son llevados a sus centros de trabajo en vehículos que son desechados en el extranjero por no cumplir con las condiciones mecánicas y de seguridad, pero en nuestra región, pueden circular libremente sin que las autoridades municipales, estatales y federales les impongan sanción alguna.
La lista de omisiones y abusos puede tornarse interminable; ahí está el caso de la tala de bosques en la Sierra del Tigre y las faldas del Nevado de Colima para convertirlos en huertos de aguacate, ahí está el robo de agua potable para utilizarla en riego de plantíos particulares y sin lugar a dudas, están las condiciones de esclavitud moderna en empresas como Bioparques de Occidente.
Y es que a los empresarios del agro en el Sur de Jalisco los gobierno estatal y federal les han dado todo tipo de apoyos para hacer funcionar sus prósperos negocios… terrenos regalados, apoyos para bodegas, maquinaria para mejorar sus caminos y sobre todo, que puede ser lo más grave, el hacerse de la vista gorda frente a sus abusos e irregularidades, como si incrementar la estadística de generación de empleos en sus informes fuera lo único importante, aun sobre la salud y la vida de sus propios gobernados.
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