*Agraristas Caciques y Resultados Chafas del Botón de Emergencia
Afirmar que la cadena de contagios por Coronavirus se ha roto, que se ha revertido y que hay una desaceleración en el número de infectados gracias al botón de emergencia resulta desafortunado y solamente demuestra que al Gobierno Estatal le preocupa más su imagen que la salud de los jaliscienses.
Y es que para quien revisa los contagios que diariamente reportan las plataformas federal y estatal del sector salud, resulta extraño que justo en los días en que se aplicó esta medida de confinamiento, las cifras bajaran de forma drástica y acelerada…
Pero al menos en nuestra región y sobre todo en Zapotlán el Grande es claro que los contagios no se han podido frenar y eso sí, hay que reconocer que no toda la culpa es del gobierno, pues a estas alturas hay aún quienes siguen expresando abiertamente su incredulidad y por ende, sus descuidos con relación a la pandemia.
Por eso resulta confusa la declaración del gobernador Enrique Alfaro que primero afirma que ya se frenaron los contagios, que bajó la ocupación hospitalaria y luego en el mismo acto dice que serán en quince días cuando se conozcan los resultados reales del botón de emergencia, una contradicción que desconcierta también porque en esa misma declaración da a entender que las medidas de confinamiento van a continuar y ello va a seguir causando molestias y afectaciones tanto a la economía como a la vida cotidiana de la sociedad.
Ya en otro tema hay que darle otra vez una revisión al asunto del Ejido de Ciudad Guzmán, que en una extraña ambición pretende adueñarse de inmuebles que desde hace muchísimos años son de uso público y para beneficio de la sociedad.
Estamos hablando de espacios como el Casino Auditorio, el Lienzo Charro, el Estadio Santa Rosa, la antigua Conasupo, el edificio del PRI o la parcela anexa a la Normal… donde, es claro, no se puede de un día para otro dar el manotazo y despojar a la sociedad, no al municipio, de sus espacios de esparcimiento.
Por eso hay que decirlo sin ningún recato, los agraristas se volvieron caciques, y lo que pretenden hacer desde hace varios años atenta con los principios revolucionarios que les encargó el reparto de la tierra.
La creación del Ejido en México hace ya más de 100 años era un acto de justicia para los mexicanos, pero hoy en día los objetivos se han torcido por completo y ese símbolo de la Revolución Mexicana, al menos en Zapotlán, está siendo totalmente pisoteado.
En el caso de la Escuela Normal, hay que recordar que este centro de estudios fue creado en 1960 y no es hasta 59 años después cuando el Ejido reclamó esos terrenos.
No debemos olvidar que el reparto de tierras fue establecido desde la Revolución Mexicana e inició con la distribución de 132 mil hectáreas bajo el mandato de Venustiano Carranza entre 1915 y 1920.
Luego Plutarco Elías Calles entregó 3 mil hectáreas durante su mandato y Lázaro Cárdenas durante su gestión encargó a los Ejidos que se repartan alrededor de 18 millones de hectáreas.
Se supone que el reparto debería ser equitativo, nunca lo fue pero con la reforma al Artículo 27 Constitucional en el año 1992 las cosas de plano empeoraron pues ya se permitía libremente la venta del suelo ejidal y comunal.
Así las cosas, los ejidatarios no pueden engañar a la sociedad abanderado preceptos revolucionarios que ellos mismos están pisoteando, es claro que detrás de sus intenciones de recuperar espacios públicos hay intereses sucios y oscuros donde afortunadamente la sociedad no se deja engañar y ha demostrado su repudio.
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