Emilia Pérez Incomoda a los Mexicanos
Emilia Pérez es una singular producción de cine que aborda de forma ligera e interesante diferentes temas como la homosexualidad, la infidelidad, el lesbianismo, la traición y la pasión.
Pero, además, es una producción francesa que hace una fuerte crítica a la clase política y empresarial mexicana, donde se abordan temas como la corrupción, las desapariciones forzadas, la violencia y la inseguridad en el país.
Es una película muy diferente a lo ordinario, pues trata de un violento narcotraficante que toda su vida soñó con ser mujer y al lograrlo implementa un centro de búsqueda para personas desaparecidas e incluso retrata el dolor y sufrimiento de las parejas de los delincuentes.
Y a pesar de que por un lado pinta a los narcotraficantes como sicarios despiadados, también les pone su corazoncito, pues el transformado capo festeja hacer el amor con amor.
La historia del filme se centra en “Juan ‘Manitas’ del Monte”, cabecilla del narco que decide hacer una transición de género y asumir una nueva identidad como “Emilia Pérez”.
Es la película más comentada del año y, en gran parte, gracias a sus detractores. Emilia Pérez ha sido nominada a 13 premios Oscar y viene de ganar cuatro Globos de Oro, uno de ellos a mejor comedia o musical de 2024. Aún en cines en España, Emilia Pérez ha monopolizado la conversación cinéfila desde su preestreno en Cannes.
En este festival, el musical francés se alzó con el premio del Jurado y el de mejor actriz, compartido entre sus tres protagonistas, Karla Sofía Gascón, Zoe Saldaña y Selena Gómez.
Pero en México al parecer no les gustó la producción, pues hay quienes aseguran que no vale la pena el pago del boleto en el cine, e incluso la propia presidenta de México afirmó que esa película no refleja la realidad del país.
Sin duda alguna, quienes digan que Emilia Pérez es una película que no refleja la realidad del país, no están recorriendo las calles, y, si lo hacen, es en vehículos blindados y rodeados de guaruras, porque en México, en cada una de sus ciudades, incluidas las del Sur de Jalisco, las desapariciones forzadas son el pan de cada día, la violencia está carcomiendo a paso acelerado a la sociedad y el narcotráfico, sin duda alguna, se ha apoderado de pueblos enteros.
Hay que ser realistas y aceptar las cosas como son, pues en nuestro país, la violencia, la descomposición social e incluso los temas que por años se consideraban tabú han crecido de forma exorbitante y, nos guste o no, la clase política más que criticar, debe buscar solución a esos graves problemas.