Punto por Punto – Razón y fe en las Fiestas Josefinas
Si en Ciudad Guzmán las fiestas, reuniones y aglomeraciones en bares o restaurantes habían provocado que los índices de contagios por Coronavirus se dispararan, las festividades josefinas le van a dar un fuerte abono a la pandemia, ya que desafortunadamente una inmensa mayoría de los asistentes no están atendiendo las medidas preventivas y ello puede provocar que, incluso, esa festividad sea cancelada.
Suspender las fiestas josefinas sería un hecho sin precedentes, que vendría a cambiar radicalmente, no sólo las tradiciones del municipio, si no la actividad comercial y hasta política, pero hay muchísimos sectores que no lo han visto de esa forma y esto nos sigue colocando como uno de los municipios con mayor incidencia de contagios en todo el estado de Jalisco.
Y hay que decirlo bien claro: en el combate y la prevención del Coronavirus han fallado las autoridades, pero también la sociedad, los encargados de cuidar la salud de los ciudadanos y hasta la propia Iglesia, pero no sólo ellos, pues en el reparto de culpas está el propio ciudadano quien debería cuidarse y en ese punto, muchos hemos fallado.
Por eso resulta tan molesto escuchar aseveraciones que dicen que un mandatario prefirió las medallitas al uso del cubrebocas, que en los gobiernos de MC es donde más se ha propagado el Covid, o que en los hospitales una simple gripa la toman como Coronavirus.
No se puede politizar el asunto a estas alturas, no se debe especular sobre el desempeño del personal médico y mucho menos se debe engañar a la sociedad asegurando que se están dando cifras falsas, pues el rumor es información infundada que sólo provoca incertidumbre y daña el entorno de una sociedad.
Hay que recordar que desde que el hombre tiene uso de conciencia también desarrolló la creencia en fuerzas sobrenaturales para que lo protegieran, le dieran consuelo y esperanza.
Es así como diversas culturas impusieron la concepción de los dioses como Isis, Osiris y Horus en Egipto; Yahvé entre los judíos, Zeus entre los griegos, Alá en el Islam y la Santísima Trinidad del cristianismo.
Pero entre esas deidades también surgió la Razón, que a través de la historia ha ido contradiciendo de alguna u otra forma a las creencias religiosas siendo expuesta por científicos y pensadores como Copérnico, Darwin y Nietzsche entre muchos otros, pero que al final ha logrado convivir con las distintas religiones.
Por eso hay que retomar las declaraciones de hace unas semanas cuando el obispo Oscar Armando Campos pidió mantener la fe desde los hogares; ahí era la muestra más clara de la convivencia entre creencia religiosa y razonamiento.
Pero muchos zapotlenses no entendieron el mensaje y poco a poco han ido descuidando las medidas preventivas como sana distancia, uso de gel y cubrebocas, así como evitar las aglomeraciones, y ello está poniendo en grave riesgo la continuidad de las fiestas.
Es evidente que la pandemia ha provocado una enorme afectación en las relaciones interpersonales, en la educación y economía e, incluso, una fuerte pérdida en la fe, pero debemos entender que esta inmensa mayoría que le ha jurado devoción y honra al patrono de Zapotlán también debe atender a la Razón; hay que entender que son tiempos de pandemia, que está en riesgo nuestra salud y la de nuestros seres queridos y, ante ello, refrendar nuestras creencias pero sin dejar de lado el uso de la razón.
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