Published on mayo 1st, 2015 | by lavozsur
0Un candidato en Santa María del Oro, a siete horas de distancia y 40 grados de temperatura
SANTA MARÍA DEL ORO, JAL., (ES).- El triunfo de una campaña política no radica en el excesivo despliegue de propaganda o en ver quién presenta las propuestas más descabelladas, a veces sólo hace falta la cercanía con aquellos que viven en municipios que suelen ser olvidados sólo porque su situación geográfica es errónea.
Ese es el caso de Santa María del Oro, comunidad a la que le sería más fácil pertenecer al estado de Michoacán o al Distrito 17 de Jalisco, sin embargo las divisiones políticas y administrativas lo ubican en el Distrito 19. Y hasta ahí llegó José Luis Orozco Sánchez Aldana, el candidato a diputado federal del PRI.
En la contienda electoral los domingos pasaron de ser los días de descanso y recreación a las jornadas más intensas y productivas para la campaña. A las 5:30 de la mañana se reunieron los integrantes del equipo que se atrevieron a efectuar el viaje, y a las 6:00 en punto partieron, sin ningún retraso pues en un recorrido de tres horas cualquier contratiempo le restaría minutos a su estancia en el lejano municipio.
En la ruta por Tamazula de Gordiano, un bello amanecer en Mazamitla que se contempló de paso sirvió para tomar fuerzas pues aunque el trayecto ya rebasaba la hora y media, era sólo la mitad y la parte más cómoda.
Siguieron Valle de Juárez, Quitupan y por fin la carretera que conduce al destino, camino diseñado a un carril donde se pierde la cuenta de la cantidad de curvas que lo componen y donde irónicamente la tensión aumenta conforme se acerca la meta.
A las 9:00 de la mañana finalmente Eleazar Medina “Lacho”, candidato tricolor a la alcaldía, daba la bienvenida a José Luis Orozco en la cabecera municipal. La población de Santa María apenas rebasa los 2 mil habitantes y en su padrón son sólo 800 personas en promedio las que votan, pero los que protestaban por lo elevado del precio de esos electores cerraron la boca cuando los anfitriones les ofrecieron posiblemente el desayuno más delicioso y sencillo que degustarán durante toda la campaña: queso Cotija, la crema más pura y sabrosa, y huevos de rancho.
Orozco y su equipo estuvieron un breve lapso saludando a las personas, pegando calcomanías y lonas, pues la cabecera fue una parada momentánea… lo mejor estaba por venir. Los priistas municipales armaron una corta caravana de vehículos, ya que en esas tierras viajar con la mayor compañía posible en lugar de brindar más seguridad resulta un hecho sospechoso y les da a los turistas incertidumbre.
En ese grupo circulaban los vehículos del candidato a diputado federal para emprender una nueva travesía de tres horas y media por una estrecha brecha en pésimas condiciones, en la que el polvo y el calor juegan al mismo tiempo en contra de quienes la transitan; y la inquietud aumenta al observar de manera constante a los costados cerros y plantíos de los que sólo quedan las cenizas pues fueron exterminados por el fuego y algunos químicos, lo que hace suponer para qué eran empleados.
Algunos poblados con máximo 20 casas y una base regional de la Fuerza Única Jalisco anunciaban que El Platanillo ya estaba cerca, y después de tres horas los originarios de la zona confirmaban que se había llegado al destino.
Al bajar de las camionetas los hermosos paisajes hacían olvidar cualquier pesar por el incómodo y largo viaje; un verde presente en varias tonalidades adornaba a la pequeña comunidad y causaba que las fotos de José Luis Orozco, hombre fotogénico por naturaleza, se convirtieran en una agradable postal.
En ese momento el candidato entró en un ambiente de absoluta festividad, pues hasta El Platanillo jamás había osado llegar un aspirante a diputado. Así que la ocasión para un pueblo donde el alcohol se consume en mayor medida que el agua era de alegoría.
La pequeña plazoleta estaba abarrotada. Más de 200 personas, casi su población total, se reunieron para conocer a José Luis Orozco. Éste saludó mano a mano a niños, jóvenes y ancianos como es su costumbre y les expresó que si decidió tomar la vía más larga para llegar a El Platanillo fue para constatar el abandono en que se encuentran sus caminos, pues bien pudo hacer su entrada a través del estado de Michoacán y ahorrarse mucho tiempo e incomodidades. También escuchó de boca de sus habitantes cuáles son las principales necesidades que viven.
Luego Orozco subió al kiosco acompañado de “Lacho”, edificio que congregó a su alrededor a todos los presentes para escuchar a los dos candidatos con fervor. El tímido aspirante a presidente municipal, un hombre de mediana edad con sombrero y anteojos, comprobó que su simpatía es real.
Y José Luis que pudo ser el artista de moda sobre el escenario, aplicó la máxima “Menos es más”, pues en lugar de prometer las “perlas de la Virgen” para Santa María y sentirse su redentor, se comprometió a dotar con una red de telefonía celular y conexión a internet a esta comunidad, así como a apoyar a “Lacho” para obtener el dinero con el que se puedan rehabilitar los caminos de este municipios.
Los presentes se dieron por satisfechos con eso, pues cuando el maestro de ceremonias les cedió el uso del micrófono nadie agregó peticiones ni realizó reclamos y siguieron con su celebración después de salir convencidos por Orozco, el que aspira a ser su representante ante San Lázaro.
Carnitas como comida, después el convoy de tres vehículos partió de Santa María del Oro para llegar a Los Reyes, Michoacán, y seguir una ruta más breve para regresar a Ciudad Guzmán. El ambiente no fue menos tenso: guardias comunitarios institucionalizados en la Fuerza Rural lanzaban miradas sospechosas a su paso con sus armas expuestas durante todo el trayecto por territorio purépecha.
Sin ningún incidente, José Luis Orozco estuvo en tres horas en los nuevos destinos que marcaban su agenda: El Fresnito y Tecalitlán, lugar donde cerró su intenso domingo.