Published on marzo 20th, 2016 | by lavozsur
0Punto por Punto, Sábado 19 de marzo de 2016
*El contraste entre vanidad y mala educación
Después de Estonia, México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que tiene el gasto más bajo por alumno en educación superior, pues al año se invierten poco más de siete mil dólares por alumno.
Después de Estados Unidos, las naciones con el gasto por alumno más elevado en educación superior y posgrado son Canadá, Suiza, Dinamarca y Suecia, donde la inversión por cada estudiante va de los 20 mil a los 25 mil dólares al año.
La inversión de los estados en educación superior suele reflejarse en la producción de ciencia y tecnología. Cada año el Banco Mundial da a conocer el número de investigadores dedicados a la generación de nuevos conocimientos, productos, métodos o sistemas, lo que denota el nivel de desarrollo de cada nación.
De acuerdo con el World Development Indicators, el país con más investigadores es Finlandia, con siete mil 482 por cada millón de personas; en segundo lugar está Islandia con siete mil 12, seguido por Dinamarca, con seis mil 730, e Israel, con seis mil 602.
México tiene 386 investigadores por cada millón de personas, muy lejos de Corea, que tiene cinco mil 928; de Japón (cinco mil 158), Estados Unidos (tres mil 979) y España (dos mil 719).
Estos datos vienen a colación luego de que tuvimos la oportunidad de asistir al tercer informe de actividades del rector del centro Universitario del Sur, Ricardo Xicoténcatl García Cauzor, evento que más que un ejercicio de rendición de cuentas y resultados se convirtió en una pomposa pasarela política que reunió a la crema y nata de nuestra región.
El Centro Universitario del Sur rechaza cada semestre al 60 por ciento de los aspirantes a cursar una carrera profesional, pues de un promedio de dos mil 500 jóvenes que buscan convertirse en profesionistas menos de 900 logran acceder a este beneficio.
Pero esta grave situación parece no preocupar en absoluto a sus directivos, pues recursos que pueden ser utilizados para atender este problema son derrochados en un pomposo informe que es claro no fue dirigido a la comunidad estudiantil.
Resulta lamentable que el tercer informe del rector Cauzor fuera un acto de vanidad en vez de uno de calidad… es triste ver a investigadores y maestros de edecanes, acomodadoras y decoradoras, en vez de estar enfocados en dar una buena educación a sus alumnos, y es alarmante que en una universidad pública se despilfarren los recursos hasta para transportar a su rector general a bordo de un helicóptero.
Desde luego la tarde del miércoles 16 de marzo los académicos del Cusur también demostraron su falta de civismo al no realizar Honores a la Bandera, y ni qué decir de la promoción hecha a la estación de radio que operan en esa casa de estudios, a través de estaciones comerciales…
Por eso resulta contradictorio cuando la Universidad de Guadalajara arenga a sus alumnos para salir a las calles a reclamar un mayor presupuesto gubernamental; cuando advierten que la estabilidad del país depende del aporte que se haga a las universidades y si no se incrementan los presupuestos se corre el riesgo de una descomposición social; pues no se justifica un presupuesto anual de doce mil ciento cuarenta y tres millones de pesos cuando buena parte de esos recursos son utilizados para elevar la imagen personal de un individuo, en vez de mejorar el nivel académico de sus maestros y procurar más espacios para los aspirantes a una carrera en la búsqueda de profesionistas que logren ejercer la profesión que estudiaron y no manejando un taxi o atendiendo una tienda de conveniencia… que hagan un papel decoroso ante su sociedad.