Punto por Punto, Sábado 23 de abril de 2016
*Buenos candidatos pero malos gobernantes
Entre decenas de comentarios que han surgido por el conjunto de imposiciones tributarias que el gobierno de Zapotlán ha implementado desde su llegada, resalta la frase de un amable lector quien asegura que un buen candidato no garantiza en absoluto un buen gobernante, y eso es exactamente lo que ha ocurrido en nuestro municipio.
A los incrementos disfrazados en las tarifas de agua potable, aumentos en el predial, las infracciones y los parquímetros, se vino a sumar la implementación de las foto infracciones que traerán atractivos ingresos para las arcas municipales pero que van a golpear los bolsillos de los automovilistas en esta ciudad, pues con tan sólo un promedio de 400 infracciones por día, la recaudación podría llegar a los 280 mil pesos diarios.
Así las cosas, los habitantes de Ciudad Guzmán se han dado cuenta con tristeza que ese partido al que apoyaron como una nueva alternativa de gobierno hace diez meses hoy les agradece con alarmantes índices de inseguridad, deficientes servicios públicos y altos cobros en momentos que el horno no está para cocer bollos.
Así las cosas, al igual que sucede a nivel estatal y federal, en nuestro municipio el índice de aprobación a nuestros gobernantes sigue en picada, y ello podría traerles serios problemas en los siguientes procesos electorales.
Las cifras más recientes sobre los índices de aprobación deberían ser causa suficiente para que nuestros gobernantes cambiaran de inmediato sus formas de trabajo, pues la gran mayoría de ellos se encuentran en los niveles más bajos que se han registrado en la historia reciente.
Ahí está el caso del presidente Peña Nieto con apenas el 35 por ciento de aprobación; o la del gobernador de Jalisco con un mediocre 54 por ciento, muy similar al de la mayor parte de los gobernadores del país.
El ejemplo más claro está a nivel nacional, donde la aprobación del primer mandatario Enrique Peña Nieto ha caído en más de 33 puntos a lo largo de su mandato, y ello podría ocasionar que su partido, el Revolucionario Institucional, se quede con dos gubernaturas menos de las que posee actualmente.
Y es que uno de los factores que más afectan la desaprobación de los gobernantes es el hecho de que mientan a la ciudadanía; quizá ellos no lo entiendan por la esfera de confort en la que se encuentran, pero el ciudadano común ve una realidad totalmente diferente al padecer los problemas cotidianos que pueden centrarse fácilmente en temas como seguridad, empleo y economía.
Sentirse engañados tras haber apoyado falsas promesas de campaña o aseveraciones hechas en el camino de una administración, es lo que hoy tiene molestos a la mayor parte de los mexicanos, quienes a pesar de reflejarlo en su falta de entusiasmo durante las votaciones, ya no encuentran el camino para hacerle ver a sus gobernantes que la situación en sus comunidades es grave, que hay problemas serios que no deben tomarse a la ligera y que el mandatario debe ser un aliado del ciudadano que lo llevó al poder, y no un enemigo que a toda costa trata de sangrar su economía.
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