Published on junio 11th, 2017 | by lavozsur
0Punto por Punto; Sábado 10 de junio de 2017
*Vender el rancho con todo y vacas
Con el número 25613, el alcalde Alberto Esquer prefirió irse a correr el maratón de San Diego que atender el problema de los trabajadores de Aseo Público, quienes mientras Beto festejaba su recorrido de 42 kilómetros en la Unión Americana, marchaban por las principales calles de Zapotlán demandando el respeto a sus derechos laborales.
De esa forma es como se está dando en Zapotlán la verdadera ratificación de mandato del presidente municipal, a quien la ciudadanía le había otorgado un enorme respaldo y poco a poco se ha ido decepcionando con asuntos como el otorgamiento de terrenos públicos a empresas privadas, el nepotismo, los enormes sueldos a los miembros de su gabinete, el espantoso endeudamiento y las concesiones a empresas privadas como el alumbrado público y desde luego la recolección de la basura, donde quiso “vender el rancho con todo y vacas” sin consultar antes a los trabajadores encargados de ese servicio.
Ahí se tocó un punto sensible para la sociedad; primero, porque se trata de los hombres que toda su vida la han dedicado a mantener limpia la ciudad; segundo, porque se trata de gente humilde que todos los días se parte el lomo para llevar de comer a su familia; y tercero, porque a todas luces la concesión de la basura está plagada de irregularidad que no cuadran en un esquema de mejoramiento del servicio y a todas luces resalta una negociación irregular.
Ahí está por ejemplo el pago mensual de casi dos millones de pesos por parte del Ayuntamiento hacia la empresa, la cual tendrá a su disposición el reciclaje de la basura y el relleno sanitario por lo que la inversión para este proceso será menor comparada con la ganancia que tendrá en los siguientes 25 años.
Sin embargo ese no ha sido el tema de controversia, pues el descontento surge cuando la comuna guzmanense concesiona la recolección de basura con todo y trabajadores, pisoteando con ello los derechos laborales de 69 trabajadores que tienen en algunos casos hasta 30 años prestando sus servicios en el Ayuntamiento de Zapotlán.
De ahí se han derivado una serie de amenazas, intimidaciones e incluso intentos de soborno por parte de funcionarios del Ayuntamiento hacia los trabajadores de Aseo Público, quienes han aguantado la presión y se mantienen firmes en sus peticiones: que se respete su derecho de antigüedad, que se les reinstale en cualquier otro departamento y que no les corran a ningún trabajador eventual.
La protesta de los trabajadores de Aseo Público es tan humilde y transparente que un importante sector de la población los está respaldando; nunca antes en Zapotlán la ciudadanía había mostrado una simpatía como en esta ocasión a un plantón en la plaza pública, donde llevan a los trabajadores en paro todo tipo de apoyos como alimentos preparados y no perecederos, agua embotellada y de sabores, cobijas, galletas, y hasta casas de campaña para que se protejan de las inclemencias del tiempo.
El jaloneo sigue y los trabajadores ya han perdido a cuatro compañeros que se los llevaron con ofrecimientos de puestos como jefe o coordinador en la nueva empresa, hay otros que incluso les han insinuado apoyo para adquirir una vivienda, pero esos 69 que restan están empeñados en no ser tratados como ganado y se mantienen firmes en esta lucha frente a un sistema que gasta enormes cantidades de dinero para enfrentarlos mediáticamente y con abogados, pero con todo y esa enorme maquinaria, la verdadera ratificación de mandato está quedando totalmente clara.