Júbilo en la comunidad católica por la llegada del nuevo obispo a la Diócesis
*Óscar Armando Campos Contreras señaló que tratará de ser “el buen pastor” del Sur de Jalisco.
CIUDAD GUZMÁN, JAL., (ES).- Rodeado de un ambiente festivo, al mediodía del viernes 24 de noviembre monseñor Óscar Armando Campos Contreras asumió el cargo como obispo titular de la Diócesis de Ciudad Guzmán, tras la dimisión presentada por Don Braulio Rafael León Villegas.
Para recibir al nuevo pastor de la fe católica, la calle Reforma se llenó de júbilo con expresiones propias de las fiestas de octubre. Desde las 10:00 de la mañana sonajeros, danzantes, bandas de guerra, música de viento y chirimías se preparaban para rendirle tributo a Don Óscar, cuyo arribo se anunció desde el 25 de septiembre.
En el atrio del Santuario de Guadalupe la alta jerarquía de la Iglesia Católica en México estaba lista para encabezar la recepción. Franco Coppola, nuncio apostólico de la Santa Sede; el cardenal Francisco Robles Ortega, titular de la Arquidiócesis de Guadalajara; y don Rafael León, obispo emérito de Ciudad Guzmán, fueron los encargados de darle la bienvenida oficial al cuarto jefe de la Diócesis guzmanense.
Puntual, a las 11:00 horas, Óscar Campos apareció en medio de la gente y realizó un breve recorrido de oriente a poniente donde por primera vez tuvo contacto con la feligresía del Sur de Jalisco, esa región que vio nacer a sus padres.
Portando una sotana negra y los ornamentos en color púrpura que lo distinguen en su cargo episcopal, Monseñor se dejó “consentir” por las tradiciones de esta región. De inmediato fue enrosado con el tradicional collar de flores de cempaxúchitl; mientras la comunidad nahua de Tuxpan acudía también a rendirle honores.
“Para ser un pastor de vida y darles vida, necesito conocer el dolor y el agobio que experimentan las ovejas en esta sociedad contemporánea. Desde los ranchos más aparatados hasta las ciudades avanzadas, siempre hay excluidos de oportunidades para desarrollar sus capacidades y personas con sufrimientos que los ocultan con máscaras de soberbia y orgullo”, señaló.
Los laicos le expresaron un mensaje de agradecimiento por haber aceptado la misión de dirigir a un “rebaño” en el Occidente de la República, luego de separarse de la titularidad de la Diócesis de Tehuantepec, Oaxaca. Esa comunidad localizada en el Sureste mexicano por donde, según se dijo, atravesó la escultura de San José que hoy se venera en Zapotlán el Grande, al haber sido elaborada en Guatemala.
A Don Óscar no lo olvidará Tehuantepec, por esa razón un grupo de oaxaqueños acudieron a Ciudad Guzmán ataviados con sus vestimentas típicas para darle la despedida y celebrar el comienzo de su caminar por el Sur de Jalisco, el cual fue inaugurado con una alegre peregrinación desde el Santuario hasta Catedral, en la que los jerarcas católicos fueron guiados por las imágenes peregrinas de la Sagrada Familia de Zapotlán, transportadas en hombros de los cargadores del Trono.
A las puertas de Catedral, Rafael León realizó el relevo simbólico entregándole a su sucesor la vara del señor San José. Por su parte, los sonajeros de Ciudad Guzmán reconocieron a su nuevo guía espiritual con la sonaja y el sombrero típicos.
En medio de la algarabía, Alfonso Moreno Frías, rector de la Catedral, le dio la bienvenida al interior del recinto, donde el primer acto del nuevo obispo fue postrarse ante los pies de la Virgen del Rosario y el patrono San José para orar por unos segundos.
Alrededor de la 1:00 de la tarde se convocó a una misa solemne que inició con una procesión desde el templo de la Tercera Orden (similar a la desarrollada en la misa de función del 22 de octubre), donde participaron la totalidad de los párrocos de la Diócesis de Ciudad Guzmán, alrededor de 40 obispos de toda la República; también acudió el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo emérito de Guadalajara; el cardenal Francisco Robles, el Nuncio Apostólico del Vaticano, y al final de la fila avanzaban los obispos emérito y titular de Ciudad Guzmán.
Durante la misa, el nuncio Franco Coppola entregó a Óscar Armando Campos Contreras el pergamino con su nombramiento como obispo de Ciudad Guzmán, firmado por Su Santidad el papa Francisco. Después de haber realizado sus votos, el nuevo pastor de Ciudad Guzmán tomó posesión del cargo recibiendo un báculo de madera con la figura de San José tallada en la parte superior.
En la homilía, el Obispo indicó que tiene la encomienda de convertirse en el “buen pastor” que guíe al rebaño del Sur de Jalisco.
“Para ser un pastor de vida y darles vida, necesito conocer el dolor y el agobio que experimentan las ovejas en esta sociedad contemporánea. Desde los ranchos más aparatados hasta las ciudades avanzadas, siempre hay excluidos de oportunidades para desarrollar sus capacidades y personas con sufrimientos que los ocultan con máscaras de soberbia y orgullo”, señaló.
A los titulares de parroquias en las seis vicarías pastorales, Don Óscar les garantizó que por el momento ninguno será removido de su actual asignación. “Quizás después sí tengan la suerte de ser movidos a otro lugar, pero por ahora permanecerán ahí”, el comentario desató risas y aplausos.
La misa concluyó con un mensaje del papa Francisco para la Iglesia Católica en México. Por medio del Nuncio Apostólico, el Sumo Pontífice pidió que el clero en este país mantenga la unidad en pro de los feligreses. Esta será la misión del nuevo obispo de la Diócesis de Ciudad Guzmán cuyo ministerio apenas comienza.
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