Punto por Punto – Morena y su Lucha por el Poder Interno
En Morena definitivamente el enemigo está en casa, y es que en su desesperada lucha por acceder al poder (y desde luego a los cargos públicos) los morenistas se están dividiendo cada vez más siguiendo el ejemplo de sus liderazgos nacionales.
Los ejemplos son muchos, el más claro está en su dirigencia nacional donde nombraron como presidente a Alfonso Ramírez Cuéllar, pero su antecesora Yeidckol Polevnsky no quiere dejar el cargo e incluso acudirá al Tribunal Electoral… ambos se dicen dirigentes del partido.
Lo mismo ocurre a nivel estatal, distrital y municipal, donde diferentes grupos han querido manejar al partido con la esperanza de colocar piezas clave en la próxima elección o ser ellos mismos candidatos, pero no han entendido que esa división, esas pugnas de poder pueden ser su peor enemigo.
La del 2021 será la elección más grande, más compleja y probablemente con la mayor cantidad de partidos disputándose 17 gubernaturas, la Cámara de Diputados, numerosos congresos locales y centenares de municipios. Morena es un amplio y exitoso movimiento que se articuló en torno a López Obrador y su candidatura presidencial, pero no se debe olvidar que en el 2021 López Obrador no participará en la boleta y las tensiones divergentes estarán a la orden del día.
Hay lugares donde Morena no tendrá rival en el próximo proceso electoral; como ya lo hemos mencionado, en la mayoría del país el PAN y PRI están pulverizados, los primeros por haber perdido el rumbo como oposición a pesar de que lo fueron por muchos años, y los segundos porque en vez de tomar esa postura opositora prefirieron alinearse y actuar con el servilismo a que se acostumbraron por más de 70 años.
De igual forma, los nuevos partidos (que serán muchos), por ley tendrán que ir solos a estos comicios para tratar de refrendar sus registros, lo que pulveriza aún más el posible voto opositor. E incluso, el INE está en la mira del oficialismo para tratar de restarle autonomía e independencia.
Es claro también que en la siguiente elección Morena tiene todas las posibilidades de incrementar el número de estados y municipios que gobierna, pero también están demostrando que su principal enemigo son ellos mismos ya que en su ambición de poder están dejando de lado preceptos como unidad y trabajo en equipo.
Por eso es que en los tres niveles, nacional, estatal y municipal Morena se ha ido fragmentando en dos, tres y hasta cinco grupos, cegados por las amplias posibilidades de triunfo y la ambición personal.
Como ya se mencionó el más claro ejemplo está en la dirigencia nacional, pero el caso de Ciudad Guzmán debe ser un llamado de alerta pues la tensión va en aumento con la aparición nuevos grupos.
El primero de ellos es el encabezado por la maestra Clara Cárdenas, otro el del profesor José Luis Villalvazo, otro el de Alejandro Barragán y el de otros dos guzmanenses que buscan colocarse como candidatos a la presidencia municipal a pesar de tener antecedentes en otros partidos políticos, lo que claro no sería impedimento pues precisamente eso es de lo que se ha nutrido Morena.
Habrá que ver entonces si se logran limar las asperezas, pues de lo contrario, los candidatos de este partido podrían quedarse en la recta final como ocurrió en el 2018, aunque para muchos, competir y perder es ya el pase para una beca como regidor o algún puesto en el Gobierno Federal.
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