*El Estancamiento en la Autopista y las Fallas en Movimiento Ciudadano
Un lamentable accidente en la autopista Guadalajara-Colima ha puesto de nueva cuenta en evidencia la ineptitud de nuestros gobernantes, pues esta importante vía que comunica al Pacífico con el resto del país quedó totalmente bloqueada.
Y es que la autopista Guadalajara-Colima tiene más de 30 años de haber iniciado su construcción, podría decirse que es de las carreteras del país que más ha tardado en ser concluida; gobiernos van y gobiernos vienen, pero ninguno ha sido capaz de terminarla.
No debemos olvidar que la autopista Guadalajara-Colima, con un recorrido de 148 kilómetros tiene un aforo de alrededor de 10 mil vehículos diarios, de los cuales cerca de 3 mil son transporte de carga.
Su construcción inició hace más de 32 años y la ineptitud de los gobernantes ha impedido que pueda ser concluida en su totalidad.
Luego vino el denominado “eje transvolcánico”, con el que la autopista quedaría de cuatro carriles en su totalidad, pero el cambio de administración, la pereza del gobierno entrante y el litigio, han impedido su avance.
También se debe tomar en cuenta que desde el año 2019 existe un pleito por derecho de vía, es decir, que el propietario de las tierras por donde entroncará la autopista, a la altura de la antigua caseta de San Marcos, interpuso un amparo y por ello un juez ordenó la suspensión de los trabajos.
Habrá que ver hasta cuando nuestros gobernantes se dignan terminar este tramo carretero, pues por sus condiciones actuales, además de ser uno de los más caros del país, es también de los más peligrosos tanto por sus constantes accidentes, como por el asalto a los transportistas…
Ya en otro tema debemos mencionar que de pronto pareciera que a los jerarcas de Movimiento Ciudadano todo les sale mal; que sus millonarias inversiones en empresas de difusión se están yendo a la basura pues les está fallando, como nunca antes, la comunicación para lograr primero, que se pongan ellos mismos de acuerdo; y segundo, que los ciudadanos entiendan sus acciones y sus razones.
Y es que como ya lo hemos venido diciendo, la pandemia del Coronavirus va a cambiar muchísimos paradigmas a nivel mundial y en nuestro estado, nuestra región no va a ser la excepción.
Habrá cambios en los hábitos sociales, en la forma de convivir con amigos y familiares; pero también vendrán durísimas transformaciones económicas y políticas, donde estarán en juego candidaturas, posiciones de poder y manejo de recursos.
Hay que decirlo bien claro, el Coronavirus le está moviendo el tapete a muchos políticos, empezando por el gobernador Enrique Alfaro que tras anunciar el reinicio de actividades económicas tuvo que retractarse al haberse disparado los contagios y las defunciones; pero también está haciendo que otros funcionarios queden en evidencia, como varios alcaldes del Sur de Jalisco o los propios diputados locales y federal, que no entienden que la función de un legislador es la presentación, creación, modificación, adición y derogación de leyes que le corresponden según su esfera de competencia, pero además deben ejercer labores de carácter administrativo, jurisdiccional y de control financiero y presupuestal.
Pero no está ocurriendo así, pues las diputadas locales Claudia Murguía y Elizabeth Alcaráz se han convertido en simples aplaudidoras del gobernador, mientras que el legislador federal, Higinio del Toro, en simple repartidor de despensas y replicador de los casos de coronavirus que son reportados por la Secretaría de Salud, lo que no necesariamente significa que estén velando por los intereses del pueblo.
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