*La Violencia y el “Botón Rojo”
El clima de violencia y el alarmante crecimiento del Coronavirus siguen poniendo al estado de Jalisco en los aparadores nacionales, y, desafortunadamente, en ese escenario negativo Zapotlán el Grande y varios municipios sureños también están dando de qué hablar.
Para empezar, hay que mencionar que los días de calma en el tema de violencia se rompieron esta semana en Zapotlán luego de que un hombre fuera ejecutado en la colonia Constituyentes, un suceso que vino a perturbar la relativa calma que se mantenía en nuestra ciudad desde hace casi tres meses.
A decir de los expertos, Ciudad Guzmán había registrado una disminución de robos a casa habitación y hechos violentos debido a que la movilidad había disminuido considerablemente, es decir, mientras había gente en las casas los ladrones no tenían forma de entrar a robar.
Pero desde hace un par de semanas han regresado los robos y se puede afirmar que la delincuencia ya dejó la cuarenta, situación que debe poner en alerta a la ciudadanía y desde luego a las autoridades, que son los responsables de vigilar las calles.
No olvidemos que los escenarios de violencia en el estado de Jalisco y el tema de Coronavirus están consumiendo a paso acelerado la imagen de nuestro estado y ello puede incrementar e intensificar las afectaciones económicas y sociales que ya se están padeciendo.
En el asunto del Coronavirus hay que decirlo bien claro, tanto al Estado como a los municipios las estrategias les han estado fallando, sobre todo cuando éstas son cambiadas de un día para otro.
Es por ello que quizá ni el propio equipo cercano al gobernador Enrique Alfaro pueda entender el porqué de un día para otro está cambiando planteamientos y estrategias frente a la pandemia, pero es un hecho que de llegar a apretar el “botón rojo” el mandatario estaría terminando al mismo tiempo su carrera política y se tendría que despedir de sus tercas aspiraciones por estar en las boletas electorales del 2024.
Ello se debe a que la economía de los jaliscienses se ha visto seriamente afectada por el paro de actividades que duró más de dos meses debido a la pandemia; todos los sectores comerciales y de servicios estaban ya desesperados por reabrir, lo mismo la ciudadanía que ya no soportaba el encerrón; sin embargo, esa desesperación ha provocado descuidos que al final se han convertido en nuevos casos de Coronavirus.
Y es que si se llega a dar el paro de golpe en las actividades, volverían a cerrar los restaurantes, los gimnasios, los parques y hasta el transporte público; sería una especie de toque de queda pues solo se podría acudir al tianguis o al súper mercado los días sábado y domingo.
La economía de los jaliscienses ya está muy lastimada y no podrán aguantar cerrar sus negocios de nuevo y permanecer en cuarentena. Si se van a tomar acciones firmes deben los políticos, los encargados de cuidar la salud y quienes ostentan un liderazgo comenzar por poner el ejemplo, pues por un lado se les paga por ello y por el otro, como ya lo hemos venido diciendo, están en juego sus aspiraciones políticas que, por cierto, ya varios de ellos pueden darse por descartados en la boleta electoral pues la sociedad no va a perdonar sus errores por mucho que hoy quieran reaparecer como bonachones.
Por eso de nuevo hay que decirles a los incrédulos que esperan ver muertos en las calles o a los que aseguran que es un invento del gobierno, que en el Sur de Jalisco ya se superaron los 400 contagios y esto pone a varios municipios de la región entre los de mayor incidencia a nivel estatal…
No hay que esperar a que sea un familiar cercano el que resulte con este padecimiento para poder creer, y por eso, también vale la pena retomar la charla sostenida con el obispo de la Diócesis de Ciudad Guzmán cuando pide que seamos pacientes y no desesperemos; cuando llama a seguir manteniendo las medidas preventivas y no ser incrédulos.
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