Afirma Obispo que la Pandemia no es un Castigo de Dios, es la Falta de Responsabilidad del ser Humano
* Estamos en un Momento que nos Permite ver Nuestras Limitaciones Físicas, Sociales y Espirituales
CIUDAD GUZMÁN, JAL., (ES).- El obispo de la Diócesis de Ciudad Guzmán Oscar Armando Campos afirmó que la pandemia del Coronavirus no es un castigo de Dios, más bien, se trata del hombre que no ha sabido asumir su responsabilidad en lo político, en lo social ni en lo religioso.
“A veces hemos entendido la fe como una serie de actos religiosos; la fe es algo más que eso, es una experiencia profundo de conversión de cambio, la experiencia profunda de fe supone el encuentro con el señor Jesús, y quizá nosotros como iglesia hemos fallado en ayudar a que haya una verdadera conversión en la vida de nuestras comunidades, pero sobre todo en la religiosidad popular, que es una forma maravillosa de acercar a la vida de Dios… a lo mejor se nos hace muy bonito el folclor, pero debemos entender la raíz profunda de esa folclor”.
A pregunta expresa de La Voz del Sur de Jalisco respecto a su visión sobre el Coronavirus, monseñor Oscar Armando Campos afirmó que “la pandemia no es un castigo de Dios, sino un momento que nos permite ver nuestras limitaciones físicas, sociales y espirituales, “porque si ante cada situación que está mal nosotros le echamos la culpa a Dios, significa que ni hemos entendido quién es Dios para nosotros ni quiénes somos nosotros… Dios nos ha dado la vida para que la cuidemos, Dios nos ha dado el mundo para que lo cuidemos, a la familia y a la sociedad para que interactuemos solidariamente, ¿pero que hemos hecho? Crimen, violencia, divisiones, daño en el mundo, contaminación, daños a las fuentes de agua, daño al medio ambiente, y luego se nos viene y cáncer y las enfermedades que pueden ser culpa hasta de las manifestaciones genéticas y luego le echamos la culpa a Dios”.
“Dios no nos castiga, Dios nos ha puesto un mundo para que lo construyamos como hermanos pero no lo hemos hecho, no hemos permitido que el mensaje de Jesús nos entre en el corazón y podemos salir y hacer peregrinaciones y grandes fiestas bien borrachos, pero hay desapariciones, hay descuartizados entonces, ¿dónde está el corazón abierto a Dios? Por eso les digo que no es un castigo de Dios, es nuestra irresponsabilidad, y nadie asume sus propias responsabilidades ni en lo político, ni en lo social ni en lo religioso”.
El obispo pidió abrir el corazón a Dios, que San José nos ayude a entender cómo nosotros debemos ser custodios de nuestra vida, de nuestra salud y de nuestra fé.
Afirmó que la diócesis de Ciudad Guzmán también ha sido afectada por la pandemia, pues a la fecha 3 sacerdotes han resultado enfermos por el Coronavirus pero ya se han ido recuperando.
Para finalizar, hizo un llamado a la prudencia y el entendimiento, “tenemos que entender que este año la situación es diferente, tenemos que sumar fuerzas y esfuerzos para cuidarnos y cuidar a los demás”.
Por Alfredo Pérez Herrera
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