Punto por Punto – El Error de Barragán y los Dueños de Partidos
Ya desde hace varios meses se venía hablando en las esferas políticas de los desacuerdos que se tenían en Morena con el regidor Alejandro Barragán; estaba operando por su cuenta, como si el organismo fuera suyo, ofreciendo cargos, invitando gente a participar en su planilla y esa situación tenía muy molestos a los simpatizantes del movimiento.
Y no es que no quisieron sumar fuerzas, sino que los invitados por Barragán a formar un proyecto político era la pura basurilla de otros partidos… esos que se quedaron sin chamba y que poco a poco han ido perdiendo negocios o posiciones de poder.
Vale decir, gente que ya se había desempeñado en el servicio público y, más que por sus acciones, quedó marcada por sus corruptelas; individuos que han saltado de un partido a otro en busca de cargos públicos sólo para estar colgados de la ubre gubernamental.
Las señales de descomposición en la relación de Alejandro con el partido que lo llevó a la regiduría eran evidentes, incluso en las sesiones de cabildo, donde su homóloga varias veces se mostró en desacuerdo con sus posturas.
Los tropiezos han sido frecuentes. Primero el panista Vicente Pinto, a quien invitó en la campaña electoral con el argumento de captar el voto de los simpatizantes del PAN, se cambió de bancada de inmediato y se pasó a MC.
Luego se ventilaron sus constantes inasistencias a las sesiones de Ayuntamiento y a las oficinas de los regidores, donde se supone deben estar para atender a la ciudadanía e igual, sus iniciativas han sido escasas y muy pocas han logrado ser aprobadas.
Además, extrañamente, se fueron conociendo las reuniones que este “servidor público” estaba sosteniendo con diferentes actores políticos, debe haber ahí, por cierto, un asunto serio de espionaje pues saben los cafés que frecuentaba, las comidas a donde acudía y con quien se reunía.
Bien dice una vieja frase: “En política hay que aprender a tragar sapos para que no le revienten a uno en el estómago”, pero nadie se lo dijo a Barragán y hoy de nueva cuenta, al igual que hace seis años, se ha quedado sin partido y, seguramente, sin posibilidad de volver a participar en una elección. Ya ha pasado por el MC y por Morena, le arrebató una candidatura al Partido Encuentro Social y es obvio que ni el PRI ni el PAN darían para ganar una contienda, así que le podría quedar cobijarse en alguno de los dos partidos nuevos: Futuro de Pedro Kumamoto y Hagamos de la Universidad de Guadalajara.
Pero si bien muchas personas se equivocaron con Barragán, pues el muchacho que enseñaba los dientes resultó ser un lobo vestido de oveja, también se debe analizar la contraparte, pues a nivel nacional, estatal y desde luego local, los morenistas se están dando hasta con la cubeta con tal de dirigir esa organización; saben que en varias entidades traen todas las de ganar y controlar el partido es un enorme coto de poder.
El gran error fue quizá que el regidor morenista no entendiera que los partidos tienen dueño; ahí está el caso del PRD que le pertenece a los Padilla; del PAN y del PRI que a nivel estatal y municipal ha estado en manos de unas cuantas familias como los Novoa y los Murguía en el ala azul; los Álvarez, los Contreras o los Barajas en el tricolor… y sin duda alguna Morena, donde los Cárdenas, los Villalvazo o los Barreto son quienes tienen la última palabra y ha quedado demostrado.
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