Published on octubre 18th, 2020 | by lavozsur
0San José de Zapotlán, el Único Coronado con Autorización de El Vaticano en México
CIUDAD GUZMÁN, JAL., (ES).- El 22 de octubre de 1957 a San José, la Virgen del Rosario y el Niño Jesús les fueron colocadas las coronas que hoy les conocemos, siendo la imagen josefina la única en todo México en haber recibido una coronación pontificia, es decir, con autorización de El Vaticano.
En el año 2017, al celebrarse el aniversario 60 del evento, previo al recorrido de alegorías la Sagrada Familia hizo una parada especial en el número 73 de la avenida Reforma, hogar que en 1957 albergó a la mayordomía a cargo de la familia Arias Pedroza.
En esa visita se reseñó cómo el papa Pío XII autorizó la coronación de las tres imágenes patronales de Zapotlán el Grande, acto que se consumó con una solemne misa el 22 de octubre de ese año.
Las tres coronas están hechas de oro de 18 quilates y pesan 3.125 kilogramos, mientras la del niño 1.5 kilos; son obra del artista poblano José Ledesma. La de San José, que es de tipo imperial al igual que la del niño, tiene grabaciones alusivas a Su Santidad Pío XII, a la mayordomía 1957, al Volcán de Colima y un campesino labrando la tierra.
Juan José Arreola, en su única novela “La Feria” de 1963, inmortalizó el acontecimiento en los siguientes fragmentos:
“Todos los años, es costumbre que los zapotlenses que viven fuera del pueblo se unan de alguna manera con nosotros en las celebraciones de octubre. Muchos vienen a la Función, y las colonias más numerosas mandan comisiones en toda forma. Este año abundan ya las aportaciones en efectivo que de los ausentes está recibiendo la Parroquia.”
“Pero hay un coterráneo nuestro que se ha destacado sobremanera, el señor Farías, que de modesto empleado, pasó a ser con el tiempo un gran hombre de empresa. Pues bien, este Zapotlense y buen josefino tuvo una idea, que aunque en un principio parecía descabellada mereció el apoyo arzobispal: nada menos que pedir a Roma el permiso para la Coronación Pontificia de Señor San José como patrono de este pueblo.”
“A nosotros no nos dijeron nada hasta que todo estuvo arreglado, y podemos dar ya la noticia increíble. Ya está en México el Breve de Su Santidad que autoriza ese acto solemnísimo, sólo concedido antes en tres ocasiones a lo largo de toda la historia de la Iglesia. Este octubre Zapotlán ha obtenido, pues, la más alta recompensa por su acendrado catolicismo. Además de un representante del Papa, vendrán a esta ciudad los señores arzobispos de Guadalajara y de México, acompañados de otros dignatarios, hasta completar el número de doce que se requieren para tal ceremonia. Es para no creerse.”
El escritor zapotlense también introdujo a su obra una crónica sobre aquella Misa de Función:
“Los Caballeros de Colón y un gran número de jóvenes severamente uniformados, se colocaron en dos filas a los lados de la nave mayor. Entraron sus Eminencias, sus Excelencias y sus Señorías, por orden riguroso, lentamente, y se colocaron a los lados del altar, en suntuosos sitiales. Luego pasaron las tres andas de madera tallada, donde sobre cojines de raso, resplandecían las coronas. Pasó primero la del Niño Jesús, conducida por pequeñuelos. Luego la de la Virgen María, en manos de distinguidas señoritas, y finalmente la de Señor San José, llevada por seis representantes del pueblo, elegidos entre las mejores familias”.
“Después de una misa pontifical, larga y solemnísima, se llevó a cabo la Coronación. El Legado Apostólico, representante de su Santidad, coronó al Niño Jesús. El Arzobispo de México a la Virgen María, y el Arzobispo de Guadalajara a Señor San José. En ese momento todos los fieles estallaron en vivas al Santo Patrono, consagrado por doscientos años de devoción”.