Published on octubre 7th, 2021 | by lavozsur
0Historias de la Región – Los Túneles de Zapotlán Parte 2
PARTE 2
Regresando al túnel central de la casa del portal Sandoval en dirección al norte éste se conectaba al Palacio Municipal, hace algunos años una parte del túnel colapsó en dicho recinto municipal provocando un socavón por lo que fue sellado y rellenado con tierra quedando obstruido en esta parte. Continuaba hacia la casa de don Benito Gil dueño de la hacienda Huescalapa, en donde tenía otra entrada, lo que motivó el 24 de marzo de 1858 en su huida hacia Manzanillo a su paso por Zapotlán a don Benito Juárez que por motivos de seguridad pasara la noche en esta casona ya que días atrás en Guadalajara casi fue capturado por sus enemigos salvando la vida al salir por un túnel, y aún se le perseguía por lo que tener una salida oculta era de gran valor.
Estos túneles principales se caracterizaban por tener escaleras de caracol en las entradas principales para bajar, habiendo otras entradas rectas secundarias por donde se descendía por uno tipo de escalones individuales de hierro clavados al muro.
Estos túneles se internaban bajo tierra unos 9 metros de profundidad. Atravesaban de norte a sur toda la ciudad, teniendo varias salidas del tipo secundarias en puntos estratégicos, saliendo de los límites urbanos para finalmente terminar en fincas o haciendas afines a los constructores originales.
El túnel que corre hacia el norte pasando la casa de don Benito Gil tenía varias salidas, una de ellas estaba cerca de la actual calle Colón esquina con Mariscal, el túnel continuaba hasta que salía de Zapotlán y se dice que llegaba a la hacienda la Catarina. El otro túnel que corre hacia el sur lo hacía a la derecha de la actual calle Primero de Mayo y por mencionar otras salidas, una de ellas se encontraba cerca de la esquina de la actual calle Primero de Mayo esquina con Núñez y más adelante por la misma calle cerca de la esquina de Leona Vicario, este túnel continuaba a un costado del Camino Real saliendo de la ciudad. Por lo largo de este túnel y colapsado en algunas partes no se sabe exactamente dónde termina, pero según se indicaba en antiguos relatos llegaba hasta la vuelta del Zapote. Años más tarde para 1860 este túnel proveniente de Zapotlán fue casi entroncado con el túnel que don Benito Gil dueño de la hacienda Huescalapa construye desde su hacienda hasta la vuelta del Zapote haciendo un enorme corredor subterráneo desde Zapotlán hasta Huescalapa y que para 1927 se conectó de Huescalapa a Zapotiltic y la hacienda del Rincón como se describe en otra historia.
Volviendo con el bandido Vicente Colombo concuerda la narrativa de Refugio Barragán de Toscano y las historias de los ancianos, pues si Vicente Colombo compró aquella enorme casona antes mencionada con acceso a un túnel que se dirigía hasta la vuelta del Zapote la historia va cobrando vida, ya que como se les narró en otra de estas historias con el título de “La Caverna del Zapote” existe cerca del final del pedregal en la loma de la vuelta del zapote una pequeña entrada de caverna que avanzaba cientos de metros adentrándose en las entrañas de roca volcánica que la rodeaban, a esta formación natural se les llama tubos de lava, dicho túnel contaba con dos salidas, una se encontraba a una distancia de 3.2 km saliendo entre las rocas del volcán Apastépetl y el otro a casi 4 km más delante de este volcán, saliendo en una barranca del nevado, fórmula casi perfecta para trasladarse desde Zapotlán hasta el nevado bajo tierra.
Como tercera etapa de construcción de túneles se encuentran los creados por la guerra de la Revolución para protegerse y escapar los hacendados de insurgentes revolucionarios que irrumpían a sus casas para robar y saquear, estos eran cortos, estrechos y bajos, construidos generalmente de entre 20 a 100 metros de distancia y con un terminado más burdo a una profundidad baja de entre 4 a 3 metros y conducían a otras casas o propiedades de donde pudieran escapar o resguardarse y no se comunican con los túneles principales de 1700; aún se conservan algunos en propiedades por las calles Reforma, Federico del Toro, Colón y Primero de Mayo, aunque la mayoría han colapsado por no estar abovedados o ser interceptados por cimentaciones de nuevas construcciones.
Mucho se mencionaba en las historias de las personas mayores de que estos túneles contienen tesoros y misterios incalculables, y se sabe que, en tiempos recientes al toparse con uno de estos túneles de los del tipo revolucionarios por estar a pocos metros de profundidad al hacer una cimentación para casa, han escarbado a todo el rededor de este buscando algún objeto de valor o tesoro, provocando su deterioro y colapso. La verdad es que el único tesoro que guardan es el histórico, son corredores subterráneos muy bien elaborados que interconectaban propiedades, y que muestran en sus paredes que en varias ocasiones se han inundado e inclusive se han reparado.
En una entrevista con un descendiente de la orden de los constructores originales y que tiene acceso a ellos me menciona, “para qué abrir un acceso público si algún día van a volver a salvar vidas como lo hicieron en la inquisición, en la Guerra de Independencia, en la Revolución, en la Guerra de Reforma y en la Guerra Cristera, ese ha sido su fin”, menciona que al término de cada una de estas etapas se creía que nunca se volverían a utilizar más, pero la historia y el tiempo han demostrado lo contrario.