Deforestación e Inundaciones
Sin duda alguna, las avalanchas de lodo e inundaciones que se han venido registrando en el Sur de Jalisco de la mano del temporal de lluvias, son consecuencia de los incendios y la deforestación que en los últimos años, se han intensificado en nuestra región.
Y es que los deslaves de piedra y lodo que se registran tras una tormenta, ya han cobrado vidas en el Sur de Jalisco, pero esto parece que a las autoridades de los tres niveles de gobierno no les importa en absoluto, pues con el afán de promover las actividades de la agricultura moderna, permiten que los empresarios hagan y deshagan a sus anchas en nuestros bosques.
Este año, el estiaje provocó fuertes incendios en municipios como Zapotlán, Gómez Farías, San Gabriel, Mazamitla, Tecalitlán, Tapalpa, Atoyac, Tapalpa, Chiquilistlán y Atemajac de Brizuela, y al iniciar las lluvias, varias de esas localidades han registrado inundaciones y deslaves; los casos más severos se han visto en Gómez Farías, al caer toneladas de lodo sobre la carretera libre Guadalajara-Colima, en Zapotlán, donde bajan de la montaña oriente grandes cantidades de lodo que cubren las calles de la zona urbana y en San Gabriel, donde la carretera estatal continuamente registra deslaves.
Es la historia de cada año, donde las autoridades estatales y municipales prometen que este tipo de sucesos no se volverán a repetir, pero al llegar la temporada de lluvia ocurre lo mismo y las promesas también se repiten.
Ahí está el lamentable caso de San Gabriel en el año 2020, cuya situación se repitió en el 2023; están también los constantes deslaves en la carretera libre Guadalajara-Colima y también en la autopista; la ruptura de una olla de captación que cubrió de lodo toda la zona norte de Ciudad Guzmán y el constante desbordamiento del Arroyo El Verde en Sayula o las inundaciones en Tamazula.
Desafortunadamente, cuando ocurren las tragedias los políticos aparecen solamente para hacer promesas que jamás serán cumplidas, ejemplos claros son San Gabriel donde se dijo que se castigaría a los responsables de la avalancha de piedra, palos y lodo que cobró la vida de 3 personas… o el de Zapotlán, donde el alcalde afirmó que se haría pagar al propietario de la olla de captación que reventó y cubrió de lodo a la ciudad, lo que tampoco ocurrió.
Por eso hay que dejarlo bien claro, no se pueden anteponer los intereses empresariales frente a la pérdida de vidas, no es decente que los políticos protejan a los empresarios que dañan los bosques poniendo en riesgo la vida de las personas.
Así las cosas, ya va siendo hora de que el Gobierno Estatal y los Ayuntamientos tomen cartas en el asunto y regulen, de una vez por todas, los usos de suelo que los agroproductores le están dando a los bosques del Sur de Jalisco, porque al hacerse de la vista gorda, la clase política está poniendo en riesgo la vida de sus gobernados.
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