Actualización del Atlas de Riesgo en Zapotlán
La actualización del Atlas de Riesgo en Zapotlán el Grande resulta bien interesante, pues además de los fenómenos naturales, incluirá factores que en fechas recientes han afectado a varios sectores de la sociedad como consecuencia de la agricultura protegida, cuyas consecuencias han sido poco estudiadas hasta la fecha.
El Atlas de Riesgo de Zapotlán fue elaborado en el año 2015 y difundido un año después, pero solamente contemplaba fenómenos naturales y se enfocaba principalmente en la grieta que atraviesa la ciudad, en los sismos y las consecuencias de la actividad volcánica, en la actualización que se pretende hacer, incluye fenómenos químico-tecnológicos, socio-organizativos y sanitarios-ecológicos.
Y es que, hasta la fecha, ninguna autoridad se ha tomado la molestia de revisar la enorme cantidad de sustancias químicas que se están utilizando en la agroindustria, ni sus consecuencias tanto para los trabajadores del campo como para los consumidores.
Tampoco se ha analizado a fondo el impacto ecológico que puede tener a corto y largo plazo la tala inmoderada de los bosques en la región, el uso de plaguicidas en los suelos y la sobre-explotación de los mantos acuíferos.
Por ejemplo, en el mes de abril del 2023 un grupo de expertas de la Universidad de Guadalajara advirtió que 17 alimentos que son vendidos en el Sur de Jalisco contenían un alto grado de plaguicidas que pueden ser nocivos para la salud, pero, desafortunadamente, el llamado de alerta no fue atendido por las autoridades.
Tampoco fue atendido el problema de la tala inmoderada en los bosques de la región, que ya ha provocado deslaves como el ocurrido en San Gabriel en el mes de junio del 2019 y que se repitió en septiembre del 2019 y junio del 2023.
Desde luego que en Zapotlán también se han hecho evidentes los problemas provocados por la agricultura protegida, ahí está el desbordamiento de dos ollas de captación de agua en la montaña oriente, el desbordamiento del río que desemboca frente al Instituto Tecnológico de Ciudad Guzmán y los deslaves en la zona limítrofe de Zapotlán y Tuxpan.
Por ello, los talleres de actualización que está proponiendo el Gobierno de Zapotlán para actualizar el Atlas de Riesgo pueden resultar sumamente interesantes, ello, los agroproductores no intervienen y meten mano, para continuar talando nuestros bosques y dando color y tamaño a la fruta por medio de químicos que como dijo la Universidad, pueden resultar dañinos para la salud.
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