Published on octubre 10th, 2016 | by lavozsur
0Bitácora Semanal, Sábado 8 de octubre de 2016
Por Alfredo PEREZ DIAZ
LA NOTICIA: #JusticiaGuardadita.
Un reportaje del periodista Jesús Aranda nos hizo saber esta semana que el Poder Judicial de la Federación tiene un “guardadito” de nueve mil 270 millones de pesos logrado mediante el recurso de solicitar anualmente presupuestos mayores a sus necesidades y en vez de regresarlos a la Secretaría de Hacienda los desvía a fideicomisos para cubrir pensiones y atención médica de sus juzgadores y altos funcionarios.
Esto cual permite que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), puedan aumentar sus ingresos mensuales, no previstos por la ley, con 121 mil pesos, los magistrados 115 mil y los jueces 105 mil. Además, por un acuerdo de julio de 2003, en tiempos de Vicente Fox, cuando Mariano Azuela presidía la SCJN, las pensiones de 25 ministros en retiro -sin importar que algunos se hubieran integrado al pleno tan sólo unos meses, uno, dos o cinco años-, se incrementaron para alcanzar 80 por ciento del sueldo percibido por los 11 ministros en funciones. (La Jornada, 3 y 4/10/16).
EL COMENTARIO: El reportaje añade que “El mismo esquema se implementó para magistrados y jueces, pero debido a que éstos tienen derecho exclusivamente a la pensión del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado –que establece un monto máximo de 10 salarios mínimos–, la Suprema Corte y el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), por separado emitieron sendos acuerdos sobre pensiones complementarias, que se ajustan anualmente conforme a la inflación. Esquemas que requieren de recursos que no están previstos en el Presupuesto de Egresos”. Y si al menos estos manejos ilegales del presupuesto y de las prestaciones se reflejara en una mejor justicia, pero nada de eso.
LA NOTICIA: #TodosABordo.
En su “Diálogo con Jóvenes” el 1 de septiembre pasado, con motivo de su IV Informe de Gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró que en sus viajes al extranjero “no llevo a gente o funcionarios solo para que me acompañen, sino porque realmente van a cumplir con una responsabilidad” y una investigación periodística de Rafael Cabrera e Irving Huerta, en base a documentos oficiales revela que “ha viajado con hijos, hermanos, cuñados y hasta amigos a los principales destinos del mundo, como Francia, Turquía, Italia, Rusia o China”. (Aristegui Noticias, 2/10/16).
El reportaje detalla que el presidente ha realizado 32 giras internacionales y que una revisión a las listas de pasajeros del avión presidencial -el antiguo Boeing 757-225 “Presidente Juárez” y el nuevo Boeing Dreamliner 787 “José María Morelos y Pavón”- “demuestra que al menos 12 familiares y amigos de Peña Nieto han viajado en el avión presidencial, aunque no tenían actividades oficiales en las giras presidenciales”.
Las listas refieren que su esposa, la señora Angélica Rivera, lo ha acompañado en 17 viajes al extranjero, lo cual es incuestionable, pero también que sus seis hijos han participado en nueve giras aunque no siempre juntos; sus cuñadas, Maritza Rivera se ha subido siete veces al avión presidencial y Elisa Guadalupe Rivera en dos; el joven Juan Collado -amigo de Paulina Peña-, viajó de Roma a Madrid; el empresario Juan Armando Hinojosa Cantú, presidente de Grupo Higa y constructor de la llamada “Casa Blanca”, que ocupó la familia presidencial en Las Lomas de Chapultepec, viajó a Bogotá, Colombia, para la VII Cumbre de la Alianza del Pacífico y la Tercera Reunión del Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico (CEAP), e incluso el actor Eduardo Verástegui viajó el 17 de febrero pasado a Ciudad Juárez, Chihuahua, para despedir al Papa Francisco y aparece en dos fotos, una con gran copa de vino en la mano -con el presidente al fondo- y en la otra sentado –al estilo de Pancho Villa- en el sillón reservado para el primer mandatario y que ostenta incluso el escudo nacional.
EL COMENTARIO: Y esto no es como darle un “aventón” a familiares o amigos, pues se trata de un lujoso avión que se está pagando con recursos públicos -según documentos aportados por la revista “Emeequis”-, el precio de contado era de mil 667 millones de pesos, pero su costo final será 350 por ciento más caro por el esquema de pagos elegido, que será hasta el 2027 de seis mil 308 millones de pesos, más mil 211 millones por el mantenimiento, más otros mil millones del hangar presidencial, más lo que se acumule por la devaluación y la creciente deuda externa.
Por cierto, la revista Time reveló en días pasados que el gobierno mexicano llenó con gas avión los tanques del jet en el que viajó el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump y lo transportó del aeropuerto a la residencia presidencial de Los Pinos y luego nuevamente a la terminal aérea en un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana, sin cobrarle un solo centavo por ello. (No, y de ribete nos echó más malo el racista magnate). Se habla de austeridad y si no se aplica verdaderamente, la credibilidad presidencial queda en entredicho.
LA NOTICIA: #RecordandoABelisarioDomínguez
El 7 de octubre de 1913, el senador y médico Belisario Domínguez fue sacado de su habitación en el hotel y conducido al cementerio de Xoco, en Coyoacán, en la Ciudad de México, donde le cortaron la lengua para enviarla como trofeo al usurpador Victoriano Huerta, quien traicionó al presidente Francisco I. Madero y al vicepresidente José María Pino Suárez, los obligó a renunciar a sus cargos y ordenó asesinarlos el 22 de febrero de 1913 aplicándoles la “ley fuga” en la parte posterior de la Cárcel de Lecumberri -antes había asesinado al intendente de Palacio, Gustavo A. Madero- y se declaró “presidente interino” como resultado del Pacto firmado bajo los auspicios del embajador de Estados Unidos en México y de la revuelta de la Ciudadela, también conocida como la “Decena Trágica”.
La noche del 7 de octubre, cuatro esbirros del chacal torturaron al legislador chiapaneco y le dieron muerte a balazos, quemaron sus ropas con petróleo y sepultaron el cadáver. ¿Por qué tanta saña? Porque don Belisario Domínguez se opuso al resto de los senadores que declararon “presidente interino” al magnicida, denunció sus asesinatos y exigió su renuncia. Como en dos ocasiones le impidieron en el Senado leer sus llamados a la nación, don Belisario logró que una joven impresora llamada María Hernández Zarco, nieta por cierto del escritor Francisco Zarco, hiciera copias para repartirlos, lo cual enfureció al dictador que después disolvería el Congreso de la Unión y encarceló a los diputados opositores.
La parte medular de ese discurso señalaba: “La representación nacional debe deponer de la presidencia de la República a don Victoriano Huerta por ser él contra quien protestan con mucha razón todos nuestros hermanos alzados en armas y de consiguiente, por ser él quien menos puede llevar a efecto la pacificación, supremo anhelo de todos los mexicanos. Me diréis, señores, que la tentativa es peligrosa porque don Victoriano Huerta es un soldado sanguinario y feroz, que asesina sin vacilación ni escrúpulo a todo aquél que le sirve de obstáculo. ¡No importa, señores! La patria os exige que cumpláis con vuestro deber, aun con el peligro y aun con la seguridad de perder la existencia.
Si en vuestra ansiedad de volver a ver reinar la paz en la República os habéis equivocado, habéis creído en las palabras falaces de un hombre que os ofreció pacificar a la nación en dos meses y le habéis nombrado presidente de la República, hoy que veis claramente que éste hombre es un impostor inepto y malvado, que lleva a la patria con toda velocidad hacia la ruina, ¿dejaréis por temor a la muerte que continúe en el poder? Penetrad en vosotros mismos, señores, y resolved esta pregunta: ¿Qué se diría a la tripulación de un gran navío que en la más violenta tempestad y en un mar proceloso, nombrara piloto a un carnicero que, sin ningún conocimiento náutico navegara por primera vez y no tuviera más recomendación que la de haber traicionado y asesinado al capitán del barco?…
“El mundo está pendiente de vosotros, señores miembros del Congreso Nacional Mexicano, y la patria espera que la honraréis ante el mundo, evitándole la vergüenza de tener por primer mandatario a un traidor y asesino”.
Ante el triunfo del Plan de Guadalupe, encabezado por el Jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, Huerta dejó el cargo el 15 de julio de 1914, viajó con su familia a España y un año después a Estados Unidos, donde fue encarcelado y murió el 13 de enero de 1916, víctima de cirrosis hepática por su gran afición al licor.
EL COMENTARIO: Tristemente, en noviembre de 2006, el entonces secretario de Gobernación, Carlos Abascal (PAN), colocó un cuadro del usurpador en la galería de titulares de esa dependencia pero lo peor de todo es que la medalla Belisario Domínguez, creada en 1954 por el entonces presidente Adolfo Ruiz Cortines, se ha utilizado en algunos casos para premiar lealtades políticas o económicas, como sucedió en el del cacique vitalicio de los trabajadores Fidel Velázquez (en 1979) o el año pasado con el empresario “totalmente Palacio” Alberto Bailleres, que nada tenían que ver con el heroico ejemplo del mártir chiapaneco.
Hay más, pero se nos termina el espacio. Nos vemos la próxima semana.