Published on diciembre 3rd, 2021 | by lavozsur
0Endeudamiento y habladurías
En un acto injusto e irresponsable, la Administración Municipal de Zapotlán el Grande ha contraído una nueva deuda que sumada a las de anteriores gobiernos, ya supera los 228 millones de pesos.
La situación resulta sumamente preocupante, pues desde hace más de una década, los gobiernos municipales han ido endeudando al municipio a través de financiamientos públicos y privados, la mayoría de ellos pocas veces se han visto reflejados en desarrollo y bienestar para nuestra ciudad.
El caso más reciente se registró hace unos días en la Sesión Extraordinaria número 6, donde el cabildo de Zapotlán aprobó solicitar un adelanto de participaciones por 14 millones de pesos, que desde luego no serán utilizados para obra pública, entrega de apoyos sociales o educativos… son para pagar sueldos y aguinaldos de los funcionarios públicos.
El argumento de la solicitud es “para solventar necesidades urgentes de liquidez del municipio”, pues argumentan que no hay recursos económicos suficientes.
La propia Ley de Coordinación Fiscal del Estado de Jalisco establece el adelanto de participaciones como deuda pública, pues al solicitarse un adelanto, se recurre también a Ley Federal de Coordinación Fiscal y a la Ley de Deuda Pública del Estado de Jalisco.
Hasta la fecha, las finanzas del Municipio de Zapotlán el Grande tienen comprometido un déficit de 228 millones de pesos durante los próximos 25 años.
Tan sólo debido a la deuda a largo plazo, el gobierno municipal no puede ejercer anualmente alrededor de 40 millones de pesos para beneficio de la sociedad, pues es dinero que se destina por completo al pago de créditos.
Por eso resulta ofensivo e indignante que se argumenten temas de seguridad, atención a emergencias o prestación de servicios, cuando en la realidad los nuevos funcionarios se están despachando con la cuchara grande y hay algunos incluso que ganan más que los propios regidores.
Hay que recordar que el 29 de octubre de 2019, el Gobierno de Zapotlán solicitó un adelanto de participaciones por 25 millones de pesos, que serían pagados en 12 mensualidad y en ese entonces Alejandro Barragán, quien fuera regidor y ahora presidente municipal, expresó un enérgico rechazo al endeudamiento:
“En este momento no tenemos la certeza de si vamos a poder pagar la deuda, recordemos que no es el único compromiso que tiene el Ayuntamiento. Tampoco podemos saber cómo va a perjudicar el flujo financiero que tendremos el próximo año. Yo no sé si cualquier otra empresa del Sur de Jalisco o del país, llega al fin de año con la necesidad de pedir dinero para pagar un compromiso tan básico como es la nómina”.
“Esta solicitud de crédito contrasta con el discurso de finanzas sanas que se ha venido diciendo. Habrá que ir planteando qué vamos a dejar de pagar el próximo año, qué vamos a recortar, es una preocupación que deberíamos tener todos los regidores”.
“Estoy seguro que este ayuntamiento no es el único gobierno que habrá de resolver sus compromisos inmediatos a través de un empréstito o de adelanto de participaciones, pero seguramente habrá municipios en el país que habrán ajustado sus gastos, habrán mejorado sus estrategias de gasto e inversión”.
Hoy el discurso es totalmente diferente; para el alcalde Alejandro Barragán ahora no es malo endeudar al municipio, ahora no es malo que varios funcionarios públicos ganen más de 35 mil pesos mensuales o incluso un salario mayor al de los regidores. Ahora no se habla de ajustarse el cinturón, hoy no quiere que se ventilen los endeudamientos como antes lo pedía. Así es la política y así son los políticos.