Published on febrero 29th, 2020 | by lavozsur
0Ideal Anhelado
Aquí en esta existencia, estamos esperando el día y el momento para partir a la otra vida que es la verdadera. Según los rumores, no es una copia de las que tanto pregonan algunas lenguas.
En esa vida sólo se disfruta con ese gozo que se cuela por los poros y se percibe sin pensar en tonterías que carcomen el poco valor que uno posee. Ahí también se juega al ajedrez con habilidad suprema y no hay jaque mate en ninguna jugada.
El lugar que nos aguarda es confortable, tienes mucho apetito de vivir y llenarte los pulmones de la inspiración que jamás habías respirado, porque ahí no hay dolor ni pena, tampoco las preocupaciones en masa; no hay ni una burbuja de sufrimiento.
No ocupas bañarte de oro ni de otros materiales de lujo que laceran nuestra autoestima, por eso tenemos que tomar nuestras debidas precauciones, para esperar aquí en esta vida y poder ir allá.
El único requisito es soportar a las industrias de la inopia perspicaz, aquellas que acarrean la envidia y el egoísmo, las que te sacuden las ilusiones que con tanto esfuerzo has construido.
También recomiendan profundizar por tiempo indefinido en la lectura y hundirse hasta tocar fondo en lo más arcano de las letras que se encuentran impresas en las páginas de los libros. Qué importa si los libros nos cambian la vida para bien o para mal, de todos modos allá nos espera otra existencia mejor.
Se sugiere permanecer y no caer en un grado de demencia que nos suplica irnos por nuestra voluntad, eso ya no sería un viaje, es otra cosa muy escalofriante que no podría describir con palabras.
Otros dicen que después de esta vida se acaba todo; eso no es cierto. Apenas comienza lo mejor, lo exquisito, lo extraordinario, lo más sutil.
Que sigan pues cargando en sus espaldas esas irracionales mentiras y el día que se den cuenta espero no sea demasiado tarde. Después de todo la emoción me motiva a seguir pensando que me espera esa vida que es la verdadera.
Allá si se ama de verdad, con un poco de sal y pimienta, para que los amores tengan una exquisita sazón al momento de masticarlo y engullirlo a besos.
Ahí no dormirás, sólo soñaras, y soñaras aún más que eres el mismo de siempre, pero sin defectos, sin errores. Así es la vida allá, en la profunda imaginación de un gato.