Ciudad Guzmán

Published on septiembre 21st, 2019 | by lavozsur

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La falla geológica: historia de hundimientos y versiones encontradas

CIUDAD GUZMÁN, JAL., (ES).- Cruza la ciudad de noreste a suroeste. Tres veces se ha activado, dejando con su desplazamiento grietas prominentes y casas desalojadas; el más reciente fue el pasado viernes 13 de septiembre. Es la falla geológica de Ciudad Guzmán.

Guzmán de arriba y Guzmán de abajo

En el argot popular se habla de que nació un “Guzmán de arriba” y “Guzmán de abajo”. La división del imaginario colectivo tiene un sustento científico en la delimitación marcada por la falla activa.

De acuerdo con el “Atlas Municipal de Peligros y Riesgos Naturales de Zapotlán el Grande” (publicado oficialmente en febrero de 2016), una falla es una ruptura en la corteza terrestre donde existe desplazamiento entre sus bloques. La de este municipio está considerada en la categoría de “normal”.

El documento municipal y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) coinciden en el trazo de este fallamiento en el subsuelo zapotlense:

Inicia en la zona conocida como “La Ladrillera”, en los límites norte con la mancha urbana. Corre con tendencia hacia el poniente, cruzando por áreas emblemáticas como la base regional de Protección Civil Jalisco, colonia Mansiones del Real, calle Carlos María de Bustamante, Manuel M. Diéguez, Ignacio Mejía, colonia Santa Rosa hasta el sector conocido actualmente como las colonias “Primaveras”.

A partir del terremoto de 1985, esta falla se ha desplazado aproximadamente 500 metros en su parte central. De ahí la frecuencia de hundimientos y desniveles en calles, o agrietamientos en viviendas. El dato comprueba que en verdad una parte de la ciudad está “arriba” y otra “abajo”.

Mansiones evacuada

El 26 de agosto de 1993, el semanario La Voz del Sur de Jalisco reportó la apertura de una grieta sobre la calle Federico del Toro, frente a una conocida gasolinera que aún permanece.

La crónica narra:

“El problema inició aproximadamente a las 2:30 de la tarde cuando el río Chuluapan se desbordó y con gran fuerza la corriente arrastró lo que encontró a su paso. Posteriormente, grandes cantidades de lodo cubrieron toda la zona y la alarma general comenzó en el momento que la calle Federico del Toro comenzó a abrirse (…)

Minutos después se formó una grieta de aproximadamente 30 metros de largo, y en algunas partes alcanzó hasta metro y medio de ancho”.

Como consecuencia de lo ocurrido, la colonia Mansiones del Real fue evacuada en su totalidad y la gasolinera suspendió su servicio.

Edición de La Voz del Sur de Jalisco, 28 de agosto de 1993

13 casas inhabitables

Daños mayores fueron reportados la noche del 21 de septiembre de 2012, en el segundo “despertón” de la falla.

Aquel día un sector de la ciudad percibió un temblor. A la altura del número 137 de la calle Manuel M. Diéguez una grieta se abrió. La reacción se repitió en Ignacio Mejía. Alrededor de 30 casas resultaron con daños. Una declaratoria de emergencia fue emitida. Se determinó que 13 viviendas tendrían que ser desalojadas para siempre.

En calidad de inhabitables quedaron los siguientes domicilios:

  • En Ignacio Mejía los números 4, 6, 10, 14-A, 42, 58 y 60.
  • En la colonia Santa Rosa: Toltecas 22-A y 69; Zapotecas 11-C.

Tras un largo procedimiento, hasta el año 2017 10 de los propietarios aceptaron recibir una reasignación de viviendas en la colonia Valle de la Providencia.

Las estructuras dañadas permanecen. Este 19 de septiembre fueron utilizadas como escenario para simulacros de rescate en estructuras colapsadas. El alcalde José Guerrero Zúñiga adelantó que en los próximos días comenzará su demolición.

Desde el año 2014 se ha recomendado construir parques lineales en la zona, pues está prohibido autorizar edificaciones de nueva cuenta.

Interior de una vivienda afectada por la grieta en 2012

Otra vez Manuel M. Diéguez

Justos siete años después, la falla geológica que cruza Ciudad Guzmán despertó con un desplazamiento que causó un ligero movimiento sísmico y la apertura de una pequeña grieta en el mismo lugar: la calle Manuel M. Diéguez.

Eran alrededor de las 11:00 de la mañana del viernes 13 de septiembre cuando una sacudida fue percibida en gran parte del municipio. El Servicio Sismológico Nacional descartó en sus reportes la posibilidad de un temblor.

La explicación al fenómeno llegó con los reportes de hundimientos en el mismo sitio donde la tierra se abrió el 21 de septiembre de 2012.

Alberto Gutiérrez Moreno, director de Protección Civil y Bomberos en Zapotlán el Grande, reportó un desplazamiento del suelo con una grieta de siete a diez centímetros.

Hundimiento en Manuel M. Diéguez, 13 de septiembre de 2019

 

El agua y las dos teorías sobre su activación

CIUDAD GUZMÁN, JAL., (ES).- ¿Qué factores activan la falla geológica y detonan los agrietamientos y hundimientos? El agua mantiene una relación directa con el fenómeno, aunque al respecto hay dos versiones que contrastan.

Temporal de lluvias

1993, 2012 y 2019. Los tres movimientos de la falla ocurrieron entre los meses de agosto y septiembre, en pleno temporal de lluvias.

Carlos Suárez Plascencia, jefe del Departamento de Geografía y Ordenación Territorial de la Universidad de Guadalajara, explicó en entrevista con La Voz del Sur de Jalisco la forma en la cual las aguas pluviales han sido el componente que activa la falla.

“Sucede cada temporal. El agua se infiltra al subsuelo y esto hace que aumente la presión en los campos de sedimentos; esa presión hace que la falla se mueva en su trazo, en un movimiento parecido al de una bisagra”, puntualizó.

Hace siete años, Suárez participó en la aplicación de un estudio geofísico a mil 400 metros de longitud para determinar las características de la falla geológica.

En aquella ocasión, detalló, se realizó una tomografía sísmica y se utilizaron métodos eléctricos.

La conclusión: la falla seguirá en movimiento y los zapotlenses “tenemos que aprender a vivir con ella”.

Para conseguirlo con la menor cantidad de afectaciones, Suárez recomendó al Gobierno Municipal recanalizar el arroyo Los Guayabos o hacer una superficie impermeable para evitar que entre agua al subsuelo. Ningún proyecto al respecto ha sido revelado hasta el momento.

Otra de las sugerencias fue adquirir las propiedades desalojadas, demolerlas y reubicar a los vecinos. Este procedimiento está a punto de completarse.

 

La otra cara: sobreexplotación del acuífero

Otro experto también se inclina por el agua, pero con una causa opuesta.

De acuerdo con Gabriel Reyes Alfaro, geofísico del departamento de Investigación Científica de Fenómenos Perturbadores de Protección Civil Jalisco, lo ocurrido el pasado viernes entra en la categoría de sismo y parte de su trascendencia puede estar en la sobreexplotación del agua.

“Fue un sismo muy pequeño. Esto es lo que llamamos un ‘fallamiento normal’ en una zona geológica muy activa. Estamos en el límite del bloque de Jalisco que se está separando de Michoacán y justo aquí (Ciudad Guzmán) hay una falla muy evidente”.

“Parte de este fenómeno creemos que es porque hay un efecto importante, que puede ser que se estén secando los mantos freáticos que están aquí cerca, y entonces tiene un efecto. Hay que hacer un estudio importante para estimar los riesgos y tener muy claro a qué velocidad están avanzando las cosas”, abundó.

Carlos Suárez opina que sería prudente realizar una investigación a fondo para comprobar esta teoría. Aunque expuso que es factible que esté sucediendo de esa forma.

“Hay ciudades como Aguascalientes, Querétaro o la Ciudad de México donde hay relación entre hundimiento y sobreexplotación”.

“El acuífero no es como si fuera un lago enterrado. El agua está en los huecos de las partículas del subsuelo, entonces cuando se saca esa agua el peso hace que se comprima y eso puede generar una deformación en el terreno como se percibe en algunas calles de Ciudad Guzmán”, precisó.

En agosto de 2013 el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) presentó sus conclusiones de la “Visita Técnica al Municipio de Zapotlán el Grande, Jalisco, para revisar los daños producidos por los agrietamientos y hundimientos que afectan a decenas de viviendas y obras de infraestructura”.

Las vialidades donde se detectó mayor deterioro tras lo ocurrido con la falla geológica fueron: Ignacio Mejía, Toltecas y Bustamante.

En el apartado dedicado a la discusión de las causas del fenómeno, señalan que en superficies que fueron rellenadas sus cuencas con suelos arenosos se producen hundimientos debido a la extracción de agua del subsuelo.

“El hundimiento producido por la extracción de agua no es uniforme y es frecuente la aparición de escalones o franjas de asentamiento similares a los escalones que pueden producir las fallas geológicas”.

Y mientras las dos versiones continúan sus procesos científicos de investigación, o los gobiernos acatan las recomendaciones, la conclusión de Carlos Suárez Plascencia debe convertirse en una máxima a seguir por los habitantes de Ciudad Guzmán: “Debemos aprender a vivir con la falla geológica”, pues ésta seguirá en movimiento aún por cientos de años.

 

 

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