La Indiferencia Frente a las Personas en Situación de Calle
Desde hace décadas, Zapotlán el Grande y en concreto su zona urbana ha padecido un serio problema de indigentes, el cual, desafortunadamente, se ha ido agravando al paso de los años y en fechas recientes, la falta de atención a esta situación por parte de las autoridades municipales se está reflejando en constantes fallecimientos relacionados con las personas en situación de calle.
La indiferencia del Gobierno de Zapotlán ante este problema es notable, pues en los últimos 20 meses se tiene recuento de cinco personas que han muerto en la vía pública y de una mujer que dio a luz en la vía pública.
Tan solo en el mes de julio, dos indigentes fueron encontrados sin vida en las calles de Zapotlán, en una situación donde no se investigan las causas de la muerte, no se hace esfuerzo alguno por localizar a los familiares, y quedan, a fin de cuentas, como una estadística más.
Y es que ya habíamos hablado de este tema en ediciones anteriores de La Voz del Sur de Jalisco, donde aseguramos que al Gobierno de Zapotlán no le importa el grave problema de los indigentes en Ciudad Guzmán, y ya no por obligación, sino por simple humanidad, deberían atender a este sector.
Debemos recordar que hace unos 5 años, la administración municipal encabezada por el entonces presidente municipal José Guerrero, puso en funcionamiento un Centro de Atención Para Personas en Situación de Calle, el cual estaba ubicada en la confluencia de las calles Lerdo y Guerrero, y que contaba con literas y cobijas, así como baños y refrigerios para las personas en situación de calle.
Para la siguiente administración, encabezada por Alejandro Barragán, al parecer ese espacio representaba un gasto innecesario y el edificio quedó en el abandono, al tiempo que el problema de las personas en situación de calle creció de forma acelerada y hoy en día vemos a decenas de hombres y mujeres durmiendo en los portales del centro de la ciudad sin que nadie les tienda la mano.
El problema de los indigentes en Ciudad Guzmán tiene varias vertientes, ya que entre ellos hay migrantes que se quedaron varados en la ciudad, hombres y mujeres abandonados por sus familiares o jóvenes expulsados del núcleo familiar, pero ello, se refleja en incremento de los índices delictivos, da mal aspecto a una ciudad que se presume como moderna y funcional, pero, sobre todo, pone en evidencia falta de sensibilidad de las autoridades y los ciudadanos.
Por ello, ya va siendo hora de que el Gobierno de Zapotlán haga de una vez por todas a un lado la demagogia y tome cartas en el asunto, pues el tema de las personas en situación de calle no es privativo de un solo sector, nos atañe y nos afecta a todos los habitantes de este municipio.
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