Los Desplazados por la Violencia en el Sur de Jalisco
El problema de las familias desplazadas en Santa maría del Oro es una situación sumamente grave que, desafortunadamente, no es nueva en nuestra región y tiene ya años registrándose en municipios como Jilotlán del Dolores, Tecalitlán, Quitupan y Pihuamo, sin que las autoridades de los tres niveles de gobierno tomen cartas en el asunto de forma contundente.
Aunque apenas hace unos días el problema se ventiló en el estado de Jalisco y concretamente en la zona sureste, hay que decir que no es un problema nuevo, aunque sí sumamente grave.
Desde hace más de una década hay registros de personas que han tenido que abandonar sus pueblos por presiones del crimen organizado, son familias enteras sin ninguna relación con la delincuencia, pues se trata de familias dedicadas a la agricultura, el comercio o la ganadería, que tienen que huir de sus pueblos al ser acosados por los criminales, quienes los obligan a pagar piso, les cobran por circular en las carreteras, intentan enviciar a sus hijos o integrarlos a sus filas criminales y acosan a sus mujeres.
Por ello, municipios como Tecalitlán, Pihuamo, Quitupan, Jilotlán de los Dolores y Santa María del Oro han sido poco a poco abandonados por familias enteras que prefieren iniciar una vida nueva en otros sitios, abandonando sus casas, sus parcelas y sus negocios ante el nulo apoyo de las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Vale decir que, según los expertos, el 70 por ciento de los casos de personas desplazadas, son provocados por la violencia y el crimen organizado, y en el caso de México, el desplazamiento forzado está directamente vinculado a situaciones de gente dedicada al narcotráfico y el robo de vehículos, los grupos paramilitares y los grupos de autodefensas.
El problema de las personas que huyen de sus hogares en busca de mayor seguridad se ha convertido en un tema de creciente preocupación en México. Este es el caso, tanto de los mexicanos que han sido desplazados internamente por la violencia, como de los cientos de miles de migrantes internacionales que pasan o permanecen en México para escapar de la pobreza y la violencia en sus países de origen.
Según la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, los estados con mayor número de casos de este tipo son en primer lugar Michoacán con más de 13 mil personas desplazadas, le sigue Chiapas con poco más de 7 mil, luego Guerrero y en cuarto sitio Jalisco con alrededor de mil cien desplazados.
Las evidencias son muy claras, en Tecalitlán, por ejemplo, aún se pueden ver las viviendas abandonadas cubiertas de impactos de bala; en Jilotlán y Santa María del Oro, los ranchos con sus parcelas quemadas y el ganado muerto… quizá en unos días que inicien las campañas, los políticos podrán darse cuenta de esta grave situación, y ojalá se animen a tomar cartas en el asunto.
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