Punto por Punto – Retrocesos en seguridad y gobernanza
*Los retrocesos en la política y la gobernanza
De pronto pareciera que la gobernanza en todos los niveles va en retroceso… la iniciativa de “abrazos contra balazos” no está funcionando; los diputados locales retoman después de años el abusivo apoyo para gasolina y casetas; y los partidos políticos vuelven a arreglar sus procesos internos a balazos.
Para explicar este negro panorama hay que irnos por partes. Hace unos días una buena amiga me comentaba sobre los gestos del presidente López Obrador en una mañanera donde el Secretario de Seguridad Pública explicaba los avances en el combate a la delincuencia, pero de forma paralela, en Aguililla, Michoacán, 15 policías estatales eran masacrados por miembros del crimen organizado; y aquí en Zapotlán, aparecían dos jóvenes brutalmente golpeados.
Por eso es claro que decirles “fuchi y guácala” a los delincuentes no está funcionando y tampoco les están enseñando a respetar, pues si no tienen respeto por la vida de sus semejantes, menos la van a tener por un puñado de frases de cirquero que quedan hechas pedazos ante una alarmante realidad; ya lo dijo el Observatorio Nacional Ciudadano: “No puedes decir que el nivel está más contenido que hace algunos meses, no hay ningún dato”.
Otro retroceso en el panorama estatal es que la Junta de Coordinación Política del Congreso de Jalisco propuso otorgar apoyo para gasolina, casetas e informes a 10 diputados del interior del estado… son cinco del Partido Acción Nacional, tres de Movimiento Ciudadano, uno de Morena y uno del PRI.
Primero hay que mencionar que el sueldo bruto de un legislador jalisciense es de 107 mil pesos, que tienen derecho a darle chamba a tres asesores y un asistente bajo la nómina del Congreso, y que ante los abusos detectados hace cinco años, se determinó eliminar el apoyo denominado para Casas de Enlace, que les pagaba gasolina, casetas, asesores y renta de un local para tener oficinas en la cabecera de su distrito, lo que representa 93 mil pesos adicionales a su sueldo.
La polémica surgió cuando los diputados no rentaban un local para las oficinas o “rentaban” los que eran de su propiedad; metían gastos de gasolina y casetas por alrededor de 90 mil pesos mensuales y ello llevó a que en febrero del año 2014 los partidos políticos obligaran a los diputados a renunciar a esta prestación.
Hoy quieren revivirla de nuevo y ello representaría un grave retroceso para la política jalisciense; por eso hay que preguntar a las diputadas del Distrito 19, Claudia Murguía y Elizabeth Alcaraz si van a aceptar participar en este acuerdo, aunque la respuesta puede encontrarse muy clara en el argot popular… “a quién le dan pan que llore”.
Y ya para terminar hay que hablar de las asambleas distritales de Morena para elegir consejeros de cara a la elección de su dirigente nacional.
Apenas la semana pasada hablamos de la guerra interna que se vive en ese partido y que al menos en Zapotlán se libra una batalla de todos contra todos, pues ya hay cinco grupos en buscan de apoderarse del control en el Distrito 19.
Pero el sábado en su asamblea distrital de Guadalajara pasaron incluso de los empujones a los balazos, muy al estilo perredista y del PRI en sus buenos años…
No cabe duda que el poder corrompe y es claro que el Movimiento de Regeneración Nacional se está corrompiendo a paso acelerado. Primero, porque gran parte de sus integrantes vienen de otros partidos políticos; y segundo, porque muchos de esos arribistas quieren a como dé lugar tener el control de cara a la siguiente elección. Buscan tener poder para seguir colgados de la ubre gubernamental y todo lo que ello representa.
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