Punto por Punto – Excelentes opositores, pésimos gobernantes
*Excelentes opositores, pésimos gobernantes
El fuerte incremento a las tarifas del transporte público anunciado por el gobernador Enrique Alfaro, muestra de nueva cuenta que existe una enorme diferencia entre ser oposición y ser gobierno, dejando en evidencia que en nuestro país, y desde luego en nuestro estado, los políticos no ostentan ambas virtudes: saben ser grandes opositores, pero pésimos gobernantes.
Se dice que las democracias perfectas son aquellas que logran consolidar un buen gobierno y desde luego una buena oposición, ya que al conjugarse cierran el círculo virtuoso de una elevada, refinada y eficiente política nacional, donde se impiden los abusos y las negligencias de nuestros gobernantes, pero desafortunadamente, no es el caso de nuestro país, nuestro estado y nuestra región.
Basta analizar, por ejemplo, la férrea oposición que hace apenas un año el gobernador Enrique Alfaro mostraba contra temas trascendentales como el incremento a las tarifas del transporte público o la inundación de dos pueblos para la construcción de la presa El Zapotillo, en los Altos de Jalisco; hoy como gobernante ha autorizado que el costo del pasaje sea mucho más caro, y desde luego que se termine de construir dicha presa.
Lo mismo ocurre a nivel nacional, donde el hoy presidente por 18 años supo ser el más duro opositor de los gobiernos en turno, pero una vez al frente del poder Ejecutivo ha demostrado una desesperante inexperiencia y de la mano, una total intolerancia para quienes tratan de oponerse a sus ocurrencias y opiniones.
Por eso podemos decir que en los tres niveles de gobierno a las malas administraciones se le están sumando pésimos opositores; si bien los gobiernos del PAN, MC y Morena se muestran inexpertos e improvisados, mientras que el PRI ha sepultado su añeja habilidad y mañas políticas, quedando reducidos sus representantes populares a simples aplaudidores.
Así las cosas, con una oposición que no se muestra inteligente ni recia, es claro que los gobernantes en turno podrán hacer lo que les venga en gana, ya sea incrementar las tarifas del transporte público, estancar el crecimiento económico del país, engañar a sus gobernados “con otras cifras” o permitir que los servicios públicos se privaticen…
En la esfera municipal está el más claro ejemplo de estos señalamientos, con una oposición donde los más preparados defienden sus posiciones en el gobierno en vez de los intereses del pueblo; otros, a duras penas saben leer y ante la falta de argumentos prefieren abstenerse; y el resto piensa que es mejor utilizar las tripas que el cerebro para mostrar sus argumentos…
Ya en otro tema, debemos mencionar que en el municipio de San Gabriel es la tercera vez que se desborda el río Salsipuedes, e independientemente de los señalamientos sobre la tala inmoderada, los incendios provocados y la siembra de aguacate, desde la década de los 90 existe un Plan Municipal de Desarrollo en el que se señala la necesidad de desviar el cauce de este río para evitar este tipo de situaciones.
Veinte años después ninguna administración municipal ni los gobiernos estatales se han preocupado por solucionar este problema, y mientras el documento sigue arrumbado en un archivero, los habitantes de este municipio sufren tremenda angustia cada que cae una tormenta en su localidad.
Esperemos que tanto en San Gabriel como en otros municipios sureños, los gobiernos entiendan de una vez por todas que es mejor apostar a la prevención que implementar medidas paliativas después de un desastre, aunque está difícil, pues hoy en día lo que menos quieren las administraciones es invertir en esas obras que pueden evitar una tragedia.
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