Punto por Punto – Fraccionamientos y Siembra Furtiva Siguen Consumiendo los Bosques
El tema de los incendios forestales es sumamente delicado y sin duda alguna, las autoridades deben iniciar una investigación por estos hechos, primero, porque la contingencia ya está cobrando vidas, y segundo, por el daño ecológico en los bosques de la región donde sin duda alguna, detrás de ello puede haber intereses económicos muy fuertes.
La deforestación es un problema ecológico, ya que en primer lugar se destruyen organismos vegetales, en segundo, se destruye el ecosistema del bosque y esto afecta a muchas especies, y en tercer lugar se favorece el aumento de la contaminación.
Según los expertos, la principal causa natural de la deforestación son los incendios que suelen estar asociados a las actividades del hombre, tanto por ser producto de un descuido o por la acción deliberada.
Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, arroja que en nuestro país cada año se pierden entre 600 y mil hectáreas de bosques para ser utilizados como sembradíos de aguacate; ese oro verde que poco a poco ha ido consumiendo las grandes plantaciones de pino y oyamel en el Sur de Jalisco.
Según esos datos oficiales, en varios años son miles de hectáreas que han sido deforestadas para utilizarlas en lo que se ha denominado como siembra furtiva, es decir que los productores de aguacate utilizan diferentes métodos para introducir sus cultivos, sin importarles el ecosistema del lugar donde llegan a instalarse.
Pero quizá ese no sea el caso en municipios serranos como Tapalpa, Chiquilistlán y Atemajac de Brizuela, donde más que la siembra de aguacate, están proliferando los fraccionamientos con lujosas cabañas que poco a poco han ido reemplazando al arbolado.
Basta ver las tomas aéreas en la zona para darse cuenta de las enormes cabañas que están reemplazando a los bosques, y hay que analizar también de forma detallada los lugares donde se registraron los incendios, pues en varios de esos lugares, desde hace una década se instalaron fraccionamientos que ofrecen entre sus atractivos la venta y renta de cabañas, actividades como paseos a caballo o en cuatrimoto, campismo y hasta cacería.
Por ello, hay que hacer un llamado a analizar cada punto donde se están registrando los incendios forestales, que este año, por cierto, le están pegando con todo a las regiones Sur y Sureste de Jalisco.
Hay zonas agrícolas donde tras un incendio esos bosques se transforman en huertas de aguacate o agave, en otros casos, meses más tarde se edifican cabañas o fraccionamientos enteros que se logran gracias a la complacencia e incluso apoyo de las autoridades de los tres niveles de gobierno. Esperemos que este año no sea el caso.
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