Punto por Punto – La Violencia que Opaca las Elecciones
Apenas hace unas semanas en este mismo espacio hablamos de la necesidad urgente de que los aspirantes a cargos de elección popular reciban protección, y ante la omisión de las autoridades de los tres niveles de gobierno, ya ocurrió el segundo asesinato de un candidato a presidente municipal en Jalisco.
El jueves 1 de febrero fue asesinado en Zapopan el candidato a la presidencia municipal de Mascota por la coalición Morena-Verde-PT, y el viernes 15 de marzo fue muerto a balazos el aspirante a la presidencia municipal de Pihuamo por la alianza PRI-PAN-PRD, Humberto Amezcua.
Lo dijimos bien claro hace unos días, no se trata de acciones mediáticas como lo hicieron en la elección del 2021, donde acusaron a periodistas de quitar derechos políticos a las mujeres, o de linchar a quien piense de formas diferentes, porque la realidad en Jalisco, desde la elección pasada y en la que se avecina, es que las campañas están siendo empañadas por situaciones de violencia del tamaño del hecho ocurrido el jueves 1 de febrero en Zapopan, y el 15 de marzo en Pihuamo.
El lamentable suceso no pasó a mayores… las autoridades de la Fiscalía de Jalisco evitaron dar detalles de lo ocurrido la noche del viernes 15 de marzo en el centro de Pihuamo, mientras que los priístas se limitaron a montar una guardia de honor en las instalaciones del Comité Directivo Estatal… así, sin condolencias ni reclamos.
Y es que la situación es bien preocupante, pues en lo que va del año, 21 aspirantes a cargos de elección popular han sido asesinados en México, dos ellos, buscaban un cargo en el estado de Jalisco.
Ante estos lamentables hechos, las autoridades de los tres niveles de gobierno se han mostrado indiferentes, pareciera que están más interesados en la simulación del cumplimiento de temas como la paridad de género o los topes de campaña de los candidatos que en su propia seguridad, como si el asunto se tratara simplemente de una mera tendencia.
Peor aún, hay actores políticos que, en vez de solidarizarse con estos lamentables acontecimientos, en sus discursos atizan más la división entre la sociedad, principalmente esos priístas que hoy se visten de tinto no para servir, sino para continuar sirviéndose del erario público.
Por ello, es precisamente la sociedad civil quien debe ofrecer sensatez y madurez política frente a los discursos de odio, ante la ola de ataques e insultos que más que enaltecer, denigran a los candidatos y los partidos a los que tratan de beneficiar, pues además de mostrar una inmensa pobreza intelectual, enrarecen un proceso que debería estar lleno de respeto y armonía.
https://www.lavozdelsur.com.mx/la-verdadera-violencia-politica-en-jalisco/
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