Published on diciembre 2nd, 2022 | by lavozsur
0Punto por Punto – Pelea Lemus-Esquer y la Guerra que se Avecina
La migración de la clase política de un partido a otro con tal de mantener posiciones de poder ha comenzado a cobrar facturas y en el Partido Movimiento Ciudadano esta semana surgió el mejor ejemplo de ello, pero el chapulineo sin duda alguna es una sucia práctica que deja de lado principios e ideologías.
En el Sur de Jalisco está el más claro ejemplo de esta nefasta práctica donde se pone por delante la ambición más que el deseo de servir, donde se han dejado de lado las ideologías y los principios, con tal de mantenerse en las nóminas gubernamentales, o para ser más claros, para vivir del erario público.
Ahí están las familias fundadoras del Partido Acción Nacional en Ciudad Guzmán como Novoa, Domínguez, Rodríguez o Martínez que lograron quitarle al PRI el Gobierno de Zapotlán y luego conquistar la gubernatura de Jalisco, pero tras agotar su credibilidad decidieron mudarse a Movimiento Ciudadano.
Ahí está el caso de priístas que por décadas se han mantenido en la nómina municipal y tras ver derrotados a sus líderes decidieron cambiarse al Partido del Trabajo como ocurre con Lino Hernández, Ernesto Sánchez, José de Jesús Núñez y muchísimos empleados de tercer nivel que un día portaban una camiseta tricolor y mudaron de ropa por el simple hecho de conseguir una chamba en el gobierno.
Desde luego está el caso del propio presidente municipal de Zapotlán, Alejandro Barragán, quien transitó ya por cinco partidos políticos para conseguir ser alcalde y ahora busca acceder a Morena en busca de su siguiente cargo.
En ese sentido, llaman mucho la atención las declaraciones hechas por el alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus, quien señala a políticos emanados del PAN como arribistas y les exige regresar a su partido.
Acusa, que esos ex panistas (refiriéndose concretamente al secretario de Asistencia Social Alberto Esquer) de querer dividir a Movimiento Ciudadano, partido que, por cierto, tiene un enorme desgaste y en el proceso electoral del 2024 se va a ver en serios aprietos.
Y quizá en otros organismos políticos se estén tallando las manos de gusto por este pleito entre los naranjas, pero no debemos dejar de lado el hecho de que al partido Morena arribaron ya decenas de priístas e incluso sujetos formados en la ultraderecha para buscar su siguiente cargo público.
Así las cosas, la elección del 2024 se va complicando cada vez más, y es muy seguro que llegaremos a ella en un alarmante clima de polarización y hasta violencia, donde la característica principal de los actores políticos será la falta de ideologías, la agresión a sus oponentes y el haber migrado de otros partidos, poniéndose una camiseta que es muy seguro, nunca les va a quedar.