Punto por Punto, Sábado 10 de diciembre de 2016
*De transporte de carga y tráfico vehicular
El llamado que hacen los transportistas del país a las autoridades no es asunto de poca importancia, pues el robo a camiones de carga es una situación muy grave y curiosamente la autopista Guadalajara-Colima es una de las más peligrosas del país en cuanto a este tipo de delitos se refiere.
Una empresa aseguradora en el puerto de Manzanillo nos reporta, por ejemplo, que en promedio son 35 camiones de carga los que se roban mensualmente en la ruta comprendida entre Tonila y Atoyac, la gran mayoría ocurren entre San Marcos y Ciudad Guzmán…
La mayoría de los asaltos son cometidos con lujo de violencia e incluso hace un par de semanas dimos cuenta en La Voz del Sur de Jalisco de un caso en el que dos custodios fueron heridos por los delincuentes que se apoderaron de un camión de carga y uno de ellos perdió la vida al recibir un impacto de bala.
Así las cosas, valdría la pena que además de reforzar la iniciativa de reforma presentada en el Congreso de la Unión para tipificar como delito grave el robo a transportistas, se elevara la seguridad en las carreteras de nuestra región.
Un ejemplo claro lo podemos ver en el vecino estado de Colima, donde constantemente la Policía Federal Preventiva implementa operativos de revisión para automovilistas y transportistas.
Si bien hay personas que se quejan por esos improvisados “retenes”, debemos mencionar por experiencia propia que son llevados con total amabilidad y respeto, y al final de cuentas el objetivo es brindar seguridad a los automovilistas, cosa que no está ocurriendo en el tramo correspondiente al estado de Jalisco.
Ya en otro tema no podemos dejar de mencionar el caos vial en que las autoridades han convertido a nuestra ciudad; su promesa de una mejor ciudad parece que se les olvidó en unos cuantos meses y hoy en día Zapotlán vive sus peores momentos en cuanto a tráfico vehicular.
Es claro que las autoridades deben dar una explicación de lo que está ocurriendo, pues no hay que olvidar que se les paga por entregar servicios eficientes y de calidad, y no la basura de políticas públicas que en nada están beneficiando a los ciudadanos.
Si la recaudación municipal ha ido en aumento, debe ser compensada con servicios de calidad que cumplan con las exigencias de la ciudadanía y ello no está ocurriendo en Ciudad Guzmán, pues hemos visto cómo los permisos para utilizar espacios públicos sufrieron fuertes incrementos, llámese mercados municipales, estacionómetros, agua potable, infracciones, costos de una licencia municipal o hasta los cursos en la casa de la Cultura sufrieron incrementos, y a 16 meses transcurridos de la actual administración los problemas de seguridad y sobre todo hoy en día de movilidad en la ciudad son muy graves.
Así las cosas valdría la pena que esos regidores “levantadedos” que han aprobado fotoinfracciones e incrementos a multas y permisos se preocupen también por hacer caso a la exigencia de la ciudadanía en el sentido de mejores servicios, mayor seguridad y una ciudad con una movilidad al menos decorosa, donde no se requiera media hora para recorrer tan solo cinco kilómetros de distancia; la palabra es eficiencia y es claro que en el Ayuntamiento de Zapotlán no tienen ni la mínima idea de su significado.
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