Published on agosto 13th, 2017 | by lavozsur
0Punto por Punto; Sábado 12 de agosto de 2017
*La inseguridad y el pelele
Nunca antes en la historia de Zapotlán se habían disparado de forma tan alarmante los índices delictivos, pues hoy en día nadie se libra del robo a casa habitación, a negocios, a interior de vehículos; del saqueo de autopartes y de tubería de cobre en las viviendas.
Desafortunadamente, este grave problema que hoy estamos padeciendo miles de guzmanenses parece no importarle a la autoridad municipal, pues mientras la casa del alcalde es vigilada día y noche por dos patrullas y cuatro uniformados, el resto de la ciudad está a merced de los delincuentes que saben muy bien que por la noche los policías no vigilan las calles; se van a dormir en sitios como el Mercado de Abastos, la Penal y afuera de las tiendas de conveniencia que extrañamente son de los negocios que más padecen robos por las noches.
Ya lo habíamos mencionado hace unas semanas en este mismo espacio, los policías municipales no están cuidando la ciudad, dedican sus jornadas de trabajo a labores de halconeo y en busca de parejas que sostienen diálogo íntimo en las calles…
La muestra más reciente de este nefasto desempeño pudimos verlo la tarde del miércoles 9 de agosto, cuando un nutrido grupo de empleados sindicalizados del Ayuntamiento de Zapotlán acudió a la avenida Obispo Serafín Vásquez Elizalde para tomar las instalaciones que desde hace varios años se vienen construyendo con sus aportaciones; para amedrentarlos, les mandaron seis patrullas y dos motocicletas de Seguridad Pública, un total de 16 elementos incluyendo al director de esa dependencia que por espacio de dos horas estuvieron sólo observando la actividad de los empleados municipales.
Así desperdician su tiempo los encargados de brindar seguridad a los ciudadanos mientras todas las calles del municipio están a merced de los delincuentes, todas a excepción de la ubicada en la calle Medellín que como ya mencionamos, día y noche es vigilada por dos patrullas y cuatro uniformados.
Y ya que hablamos del asunto de los trabajadores municipales, no podemos dejar mencionar esta nueva lucha que los sindicalizados han emprendido para cambiar la mesa directiva del Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Zapotlán el Grande.
Benito Montiel se convirtió ya en el apestado del Ayuntamiento, su brutal infidelidad hacia sus representados y su voracidad por el dinero ha causado un tremendo rechazo que ahora, lo envuelven en acusaciones de traición y corrupción.
Hace dos años el novato líder se alió con el entonces candidato a la presidencia municipal Alberto Esquer y prometió plazas, basificaciones y hasta jefaturas y direcciones, pero cuando entró la nueva administración y vino el despido de trabajadores eventuales llegó su primer golpe y el desencanto de quienes le dieron su confianza.
Luego con el paro de labores por 43 días por parte de los trabajadores de Aseo pues Benito Montiel no mostró el más mínimo interés por apoyarlos y ello causó el repudió de todos los empleados municipales, que ahora además de traicionero lo acusan de desviar recursos como las cuotas sindicales y el apoyo para fallecidos, recursos de los que no ha informado su destino.
Por eso el miércoles un centenar de trabajadores fueron a las instalaciones del sindicato para tomar posesión del edificio que se ha construido con sus aportaciones, reunión a la que el cobarde líder no acudió y por el contrario, el alcalde les mandó a la fuerza pública.
Pero la presencia policíaca, los empleados de comunicación y jurídico enviados por el alcalde no fueron suficientes para amedrentar a los sindicalizados, es una batalla en la que el alcalde Alberto Esquer busca proteger a su pelele Benito Montiel pero si se empeña en ello, estará de nueva cuenta enfrentando una derrota como ocurrió ya con los trabajadores de Aseo; sólo es cosa de tiempo.