Punto por Punto, Sábado 17 de diciembre de 2016
*Daño al patrimonio y el premio al plagio
Decía el papa Julio II (Giuliano Della Rovere) allá por el año 1505, que “es preciso borrar todos los vestigios del predecesor de uno, de lo contrario estaremos atados a sus precedentes, y los éxitos se basarán en su legado”.
Una perversa actitud que aun en la actualidad muchos políticos ponen en práctica sin importarles los recursos que se hayan invertido en las obras llevadas a cabo por sus antecesores.
Un caso muy claro es lo que ha estado haciendo la actual administración municipal, que en un desesperado afán de logros meramente populistas, daña patrimonio municipal que fue edificado hace años con recursos públicos.
El caso más claro es el de Plaza las Fuentes, obra realizada hace apenas unos siete años y que resultó seriamente dañada tras la colocación de la pista de hielo; pero no conformes con ello, ahora la trasladaron a otro espacio que en fecha reciente también fue remodelado: el Foro Luis Guzmán Velasco y la plancha del jardín principal que nuevamente tendrá que ser reparada pues para la colocación del espacio de patinaje se clavan estacas y se enciman pesadas estructuras.
Pero no conformes con esto, en un acto de ignorancia y seguramente donde hubo mucho dinero de por medio, al foro le colocaron una pesada estructura para que en pleno recinto público opere un restaurante como parte del tianguis navideño.
Hay que recordar que en la administración pasada el propio Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) impidió que se le colocara un domo a este espacio, pero es claro que al gobierno de Zapotlán el Grande no le importa preservar el patrimonio público si está por encima la posibilidad de ganar dinero.
La postura de Julio II podría ser la explicación más lógica al empeño de la autoridad municipal por destruir las obras de sus antecesores o darle un uso diferente al programado inicialmente, sin importarles la inversión y el beneficio para la comunidad.
Ya en otro tema debemos mencionar que el Premio Estatal de Periodismo en su edición 2016 de nueva cuenta vuelve a ser foco de escándalo y queda en evidencia, una vez más por el manejo discrecional que se le ha dado a este reconocimiento.
Aún no se olvidaba el trago amargo de hace un año, cuando el reconocimiento denominado “El Despertador Americano” fue entregado a Javier Hurtado Martínez, un empleado de la Universidad de Guadalajara que de forma improvisada incursionó en el periodismo con un programa pagado por la propia casa de estudios para proyectarse en el Canal 4 de Televisa.
Este año, otra de las galardonadas con el Premio Estatal de Periodismo está siendo acusada de haber plagiado el trabajo de otra periodista.
Es algo así como lo ocurrido con la tesis del presidente Enrique Peña Nieto, de quien se dijo, al menos el 28.8 por ciento de su trabajo habría sido plagiado; serían un total de 197 párrafos del total de 682 los que no son originales, con plagios a Jorge Carpizo, Diego Valadez y Enrique Krauze.
En el caso del Premio Estatal de Periodismo 2016 que organizan y costean dueños de medios de comunicación locales, así como universidades públicas y privadas, la reportera Andrea Cárdenas Novoa, hija del guzmanense Alberto Cárdenas Jiménez (ex alcalde de Zapotlán el Grande, ex gobernador panista de Jalisco, ex secretario de Agricultura con Felipe Calderón, ex senador de la República y que terminó como regidor en Guadalajara) fue denunciada por haber plagiado el trabajo con que ganó en la categoría de reportaje.
La denunciante es la periodista María Antonieta Flores Astorga, periodista de canal 44 de televisión, quien hace 13 años publicó en el diario El Occidental la historia de mujeres víctimas de una red de proxenetas oriundos de Tenancingo, Tlaxcala.
Flores Astorga, junto con Juan Manuel Estrada, presidente de la Fundación FIND que se dedica a investigar redes de tráfico de personas y a localizar menores desaparecidos, enviaron la queja al comité técnico de la asamblea del Premio Jalisco.
Señalaron que Cárdenas Novoa, reportera del diario El Informador, plagió al menos mil palabras del reportaje original y la secuencia del relato, sin dar crédito al autor original.
Hay que mencionar que María Antonieta Flores en 2009 recibió el Premio Nacional de Periodismo, es autora del libro “Carriolas vacías, tráfico de niños en México”, y de diversas investigaciones publicadas en medios impresos.
Así las cosas, de nueva cuenta queda de manifiesto que estos premios no siempre reconocen el esfuerzo periodístico, pues en los últimos años han dejado claro que todo se trata de asunto de lana, ya que hay medios que tienen periodistas con un gran profesionalismo, pero al no poder hacer una aportación económica, se llevan el premio universidades y medios aunque los trabajos sean un fraude.
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