Published on agosto 20th, 2017 | by lavozsur
0Punto por Punto; Sábado 19 de agosto de 2017
*El nuevo PRI y los políticos corruptos
Salvo la toma de selfies y los acuerdos que ya llegaron planchados a la XXII Asamblea Nacional que se realizó hace unos días en la Ciudad de México, es claro que en el PRI no ha cambiado nada y que la imaginaria burbuja en la que se encuentran los jerarcas de ese partido nunca se va a romper; siguen pensando que todo está bien y que los mexicanos les salimos debiendo.
Al analizar los discursos en el Palacio de los Deportes, es claro que los priístas ven un México diferente al que percibe toda la sociedad mexicana, pues los mensajes tanto de Ochoa Reza como del mismo Peña Nieto, fueron de vanagloria personal, jamás se escuchó una aceptación sobre la grave situación que enfrentan cientos de miles de mexicanos ni mucho menos una disculpa por los errores cometidos.
Piensan que con hacer algunos cambios en sus estatutos pueden curar a ese enfermo que agoniza y muy probablemente podría morir el próximo año, y si no, basta ver la historia contemporánea de las últimas elecciones…
Después de dos sexenios fuera de Los Pinos, Peña Nieto se convirtió en la promesa de un tricolor que se vendía como una generación distinta, que habría aprendido la lección que les dejó el voto de castigo que les quitó la presidencia y parecía devolverles la oportunidad de aferrarse al poder.
Pero no fue así, pues hoy más que nunca se ventilan gravísimos actos de corrupción y ello ha provocado que en los últimos cinco años el PRI registre uno de los más acentuados retrocesos en su historia, no sólo en términos de gubernaturas, sino también en cuanto al poder municipal y el control de los congresos.
Ha tenido descalabros importantes en la geografía electoral con un entorno incluso más adverso que en el año 2000, cuando el avance opositor presagiaba la alternancia en la presidencia, pues hoy sólo 15 de los 32 ejecutivos estatales están en manos del tricolor.
En el caso de los municipios, el PRI sólo ejerce el poder en 12 de las 31 capitales de los estados y además han disminuido las poblaciones que gobierna: en Aguascalientes gobierna 27 por ciento de los ayuntamientos, ninguno de relevancia; Morelos, 28 por ciento, con ayuntamientos pequeños; Querétaro, 23 por ciento, y ninguna alcaldía de relevancia política o urbana; Tabasco, 24 por ciento, donde preside Tenosique.
Sin embargo, hay otros estados donde el reporte da cuenta de porcentajes elevados, como Chihuahua –46 por ciento–, pero las grandes ciudades no están en poder del PRI; Durango, 51 por ciento, donde es cabeza en Gómez Palacio; Jalisco, 50 por ciento de las alcaldías, pero la más importante es Tonalá, entre otras expresiones del retroceso en el plano municipal.
Es claro que ni los dinosaurios del tricolor ni los jóvenes del “nuevo PRI” se han dado cuenta de esta radiografía, mucho menos las nuevas generaciones a quienes no se les permite opinar y solo deben conformarse con la toma de selfies para satisfacer sus egos personales y presumirse orgullosos en redes sociales.
En el ámbito regional la situación es aún peor, pues hay una severa rivalidad entre diversos grupos de poder creados por alcaldes y legisladores que de seguir así, no van a sacar a ese partido del atolladero en que se encuentra.
No han querido ver que el “nuevo PRI” resultó ser una generación voraz y que de la mano de otros partidos políticos como el PAN, el PRD y en Jalisco el Movimiento Ciudadano, han convertido sus cargos públicos en un botín que a toda costa debe ser saqueado, sin importarles en absoluto el daño que le hagan a sus gobernados.