Published on febrero 25th, 2017 | by lavozsur
0Punto por Punto, Sábado 25 de febrero de 2017
*Dreamers, Poster Child y Demagogos
De pronto vemos algunas actitudes ilógicas en torno al problema que se está viviendo en nuestro país debido a la política migratoria de los Estados Unidos, sobre todo porque la Federación, los gobiernos estatales y municipales, así como muchas de sus instituciones educativas, quieren ser candil de la calle para quedar bien mediáticamente sin tomar en cuenta las graves carencias que existen al interior.
Y es que de pronto en México todos se han olvidado de los problemas internos y parece que la única prioridad es atender a los hijos ausentes que están siendo asediados por las nueve medidas de la política migratoria estadounidense.
Se estima que en Estados Unidos actualmente hay alrededor de 11 millones de indocumentados, de los cuales 6.5 millones son mexicanos y 1.7 millones son menores de edad.
Las medidas migratorias implementadas son muy graves y severas, pues considera nueve puntos como 1.- El hecho de que todos los indocumentados son vistos como una amenaza; 2.- Que las deportaciones serán expeditas, es decir, de forma rápida y consistente; 3.- Que los indocumentados no serán liberados, es decir, que de inmediato al momento de su detención se procederá a su deportación; 4.- Da facultad a cualquier policía para realizar la detención y que puedan actuar como agentes de inmigración; 5.- Que los fiscales otorguen alta prioridad a los procesos de deportación; 6.- La consideración de que todo indocumentado representa una amenaza para la seguridad nacional ; 7.- El que ayude a un indocumentado se convierte en un delincuente; 8.- Los indocumentados que pidan asilo político serán encarcelados y fortalece el Real ID, que autoriza a los caza recompensas a perseguir y arrestar inmigrantes; 9.- Para acelerar los procesos de deportación, los jueces deberán acudir a las cárceles a fin de que no se acumulen los casos ni se llenen los centros de reclusión.
En ese sentido, hemos visto al gobierno federal y estatal seriamente preocupados por los hijos ausentes, incluso, el gobernador de Jalisco realizó una gira por la Unión Americana; la Sedesol anunció que abrirá un programa de empleo temporal para los deportados, y el Rector de la Universidad de Guadalajara tuvo la flamante idea de declarar que al estudiante de cualquier universidad de Estados Unidos que sea deportado por el gobierno de Donald Trump, la Universidad de Guadalajara está dispuesta a recibirlo.
“Vamos a recibir a los estudiantes que, en algún momento, puedan requerir nuestro apoyo en el nivel medio superior y superior. Vamos a desplegar una capacidad de la universidad en todas las regiones del Estado, para que, si hay estudiantes que fueran deportados, puedan ellos tener un espacio”.
Estas declaraciones al igual que las de muchos otros funcionarios suenan políticamente incorrectas y sobre todo ilógicas, pues no hay que olvidar que la Universidad de Guadalajara rechaza al 60 por ciento de los aspirantes a cursar una carrera profesional, y si no tiene espacio para cumplir el sueño de los jóvenes que optan por quedarse a luchar por su futuro en su propio país, ¿de dónde saldrán los pupitres extras para los llamados dreamers?
Así las cosas, habrá que ser realistas ante el gravísimo problema que está por venir, pues las declaraciones ilusas y demagogas en nada ayudan para paliar el agresivo programa de deportaciones que ya entró en vigor.