Punto por Punto, Sábado 25 de junio de 2016
*Las lecturas que los políticos no quieren ver
Mientras en todas partes del país vemos partidos políticos que festejan la tremenda derrota del Partido Revolucionario Institucional que esta semana se acentuó aún más con la renuncia del líder nacional de ese organismo, esos personajes festivos no se han dado cuenta que la verdadera razón de esta votación es la pérdida de confianza en la clase política nacional de todos los colores.
Vale la pena aclarar que el PRI ya había perdido desde hace años la confianza hasta de sus propios simpatizantes, y ni qué decir del resto de la población que hoy más que nunca se muestra harta de la corrupción, de los abusos de poder, el nepotismo y los malos manejos.
En ese sentido vale la pena retomar las palabras de Beltrones, eterno dinosaurio del tricolor que con su salida hizo reflexiones interesantes al declarar por ejemplo: “Estamos obligados, como nunca antes, a escuchar la voz y reclamos de los ciudadanos, de todos ellos, votantes priístas o por otros partidos, que exigen mejores resultados en sus gobiernos y combate a la corrupción e impunidad, dondequiera que ésta se encuentre”.
“Hay que decirlo fuerte y claro; en muchos de los casos los electores dieron un mensaje a políticas equivocadas o a políticos que incurrieron en excesos, que no tuvieron conductas transparentes y que no actuaron de manera responsable. Sus respectivos partidos recibieron la sanción de una ciudadanía vigilante que premia o castiga con su voto…
Es urgente y prioritario que reforcemos la rendición de cuentas de los servidores públicos, legisladores y gobernantes que emanan de las filas del PRI, que oigamos y atendamos las demandas de castigo a la corrupción y a la impunidad”.
Las declaraciones pueden analizarse de diferentes maneras; la primera de ellas es que los cambios en el tricolor deben ser aplicados en todos los niveles, pues aquí en Ciudad Guzmán por ejemplo la presidencia tricolor es ocupada por Joel Salvador Bautista, un individuo designado por compadrazgo y que nada aportó para hacer crecer el organismo político, por el contrario, los resultados de su gestión quedaron claros en la elección del 2015.
La ineficacia mostrada por el presidente del CDM en Ciudad Guzmán es igual que la de muchos otros jóvenes que incluso ya han sido regidores u ocupado importantes cargos en ayuntamientos y dependencias estatales y federales, pero con nulos resultados; que han tomado esas designaciones como merecidos premios y no como una seria responsabilidad.
Luego viene el asunto de las conductas transparentes, de la corrupción y el nepotismo que ni el PRI, ni el PAN han sabido erradicar en el estado de Jalisco y mucho menos aquí en Ciudad Guzmán, pues han prevalecido los malos manejos, la asignación de cargos entre familiares y los actos de corrupción mientras que el pueblo sigue estancado en el populismo y la ignominia.
Y si bien en esta ciudad la gente optó por no votar ya por los partidos tradicionales, su confianza hacia el Movimiento Ciudadano también se ha visto defraudada, pues como nunca han se registran actos irregulares que mucho abonan a ese descontento popular.
Ahí están los casos de nepotismo con los numerosos parientes de la regidora María Luis Juan en nómina municipal; o los del improductivo regidor Ernesto Domínguez que nada más le falta conseguir trabajo para su mascota; al igual que el edil José Guerrero…
Ejemplo es la más reciente reprobación en el tema de transparencia para el Ayuntamiento de Zapotlán el Grande, o la oscura adquisición de camiones a cambio del terreno donde sería construida una escuela.
El panorama es malo pues desafortunadamente desde hace lustros los políticos que gobiernan Zapotlán son los mismos; individuos interesados únicamente en enriquecerse y beneficiar a sus simpatizantes, sin el más mínimo interés por darle desarrollo a esta tierra de gente trabajadora que merece una ciudad más digna y cómoda para vivir…
Retomando el discurso de Beltrones vale la pena rescatar su discurso en la parte donde afirma que “si Andrés Manuel López Obrador gana las elecciones presidenciales de 2018 no sería una mala noticia, nunca lo que decide la mayoría es una mala noticia. Siempre hay que tener buenas lecturas”.
Desafortunadamente, aquí en Zapotlán hemos tenido como regidores o líderes de partidos políticos a personas sin principios y que ni siquiera saben leer; quizá por eso a nivel municipal, estatal y nacional nuestros políticos, sobre todo los jóvenes, ya demostraron en unos casos su incapacidad y en otros su voracidad, por lo que no entienden las lecturas que de diferentes maneras les hace llegar la población, pero esperemos que se den cuenta que esa burbuja de riqueza y poder que los envuelve en determinado momento puede romperse.
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