Published on julio 28th, 2018 | by lavozsur
0Punto por Punto; Sábado 28 de julio de 2018
*El PRI y su falsa reconstrucción
Tras la tremenda derrota que sufrió el Partido Revolucionario Institucional en la elección pasada, varias corrientes políticas comienzan a agruparse a fin de conformar (otra vez) un nuevo PRI, con el objetivo de lograr mejores resultados en los siguientes procesos, pero todo parece indicar que el cambio de nombre o de dirigencias no va a funcionar mientras sean los caciques de siempre quienes quieran seguir al frente de este organismo.
Y es que cuando saltan los nombres de políticos que ofrecieron pobres resultados, que fueron mano derecha de un gobierno nefasto en resultados o que son hijos de caciques que por décadas han intervenido en la política jalisciense, es claro que no han entendido la lección y con esas pobres medidas el PRI jamás va a retomar su liderazgo.
El primer grupo es impulsado por el gobernador Aristóteles Sandoval y está encabezado por Miguel Castro Reynoso, Salvador Rizo y Manuel Alfaro; los tres son perdedores en la pasada contienda, y desde luego los tres representan la continuidad de un gobierno que brilló por su corrupción, su prepotencia y falta de resultados.
Otro grupo está encabezado por Alfredo Barba, José Luis Orozco, Hugo René Ruiz Esparza, Fabricio Corona, Antonio López, Luis Córdova y Francisco Ayón, quizá este podría considerarse el grupo de los no dinosaurios pero no debemos olvidar que Alfredo Barba es hijo el líder de la CROC que por años acaparó diputaciones y gobiernos municipales en Tlaquepaque, mientras que Paco Ayón es del grupo del gobernador, tiene serios señalamientos de malos manejos en su paso por Pensiones del Estado y no ofreció buenos resultados al frente de la Secretaría de Educación Jalisco.
Para finalizar, el tercer grupo lo está impulsando Héctor Pizano que estaría buscando que la presidencia del PRI estatal quede a cargo de Alberto Mora o Rubén Vázquez.
Hay que dejarlo bien en claro, cambiar de dirigencia no es suficiente, tienen que entender que los propios priístas votaron contra sus candidatos porque no les daban oportunidad de participar en los procesos, porque no les permitían acceder a los puestos de primer nivel más que a los amigos del gobernador y porque todos vieron que se perdió la vocación de servicio y ésta fue reemplazada por una brutal voracidad.
Deben tenerlo muy claro, a la sociedad y a los propios priístas ya les hartaron los políticos que pasan la vida saltando de un puesto a otro; ya están hasta el copete de dar su voto y participar en campañas para que su recompensa sea un modo de vida cada vez más apretado y con un severo deterioro en servicios como la educación, la salud, la seguridad y la economía.
Así las cosas, la “refundación” del PRI debe ir más a fondo; ya otros políticos priístas lo han entendido y salieron de ese organismo para fundar un partido con nuevas siglas, o de plano emigraron a otras corrientes incluso diferentes a la ideología que profesaban y al parecer les dio buenos resultados, aunque personalmente pienso que las malas costumbres no se quitan cambiando de partido y eso ya ha quedado claro con muchos políticos, sobre todo en nuestro distrito…