Punto por Punto, Sábado 8 de abril de 2017
*Perros y Policías
Recientemente pudimos ver cómo dos temas que podrían calificarse como insignificantes y relativos a la libertad de expresión se volvieron virales en redes sociales, los cuales sobresalieron sobre todo por el coraje mal disfrazado de los funcionarios del ayuntamiento contra toda opinión que difiera de la suya.
El asunto es preocupante pues muestra cómo el gobierno de Zapotlán que encabeza Alberto Esquer ha incrementado sus ataques contra todo individuo que de una u otra forma denuncie o se oponga a sus decisiones, e incluso, para quien haga una broma contra cualquier funcionario de la administración municipal, pues de inmediato sueltan a sus perros.
Si nos vamos por partes podremos ver que el asunto es delicado; el primer caso viral fue el de un payaso que amenizaba el ingreso a un local comercial en el centro de la ciudad, repentinamente pasó una unidad de Tránsito Municipal y a broma criticó la pereza de los uniformados.
La unidad de vialidad reportó lo ocurrido a una patrulla que llegó al sitio en pocos minutos, pero el payaso en vez de contenerse siguió la broma y con micrófono en mano expresó los pensamientos que todo ciudadano tenemos de nuestros policías: “Miren, nomás se andan paseando, no son buenos para vigilar” y una serie de calificativos que provocó la ira de los uniformados que de inmediato bajaron de la patrulla para detenerlo.
La gente se alteró y continuaron llegando más uniformados, quienes entre gritos y forcejeos se llevaron detenido al hombre disfrazado, que en una literal payasada quiso expresar sus ideas y divertir a quienes veían su modesto espectáculo…
El otro caso es aún más delicado, pues si bien el gobierno municipal no utilizó la fuerza policíaca para reprimir una forma de expresión, sí soltó a sus perros para que atacaran con toda clase de insultos y denostaciones a quienes se oponen a la ineficaz ciclopista en las calles Juárez e Hidalgo.
Y es que no han querido entender que el de la ciclovía no es asunto de partidos, pues a la mayoría de los ciudadanos nos han molestado las dos vertientes de esta obra: la primera, el sobreprecio en su construcción; y la segunda, el entorpecimiento del tráfico vehicular y todas sus consecuencias, pues los vecinos de la zona están teniendo problemas para atender a sus clientes en el caso de los establecimientos comerciales, y para recibir servicios como agua purificada o gas en el caso de los hogares.
Así las cosas, los esbirros del alcalde obligados por un salario en la nómina municipal reaccionan con prontitud y lanzan de inmediato acusaciones partidistas contra los involucrados en la protesta, sin mencionar que están en ella por ser vecinos de la zona y afectados directos por esta inútil y mal planeada obra.
Esto ocurrió con Joel Salvador Bautista, quien encabezó una visita al Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana a fin de solicitar que ese organismo lleve a cabo una consulta en el municipio para conocer la aceptación de la gente hacia la ciclovía.
La reacción, como ya mencionamos, no se hizo esperar, rápido los empleados municipales se fueron a las redes sociales con toda clase de insultos contra el ex regidor… esa rabia y descalificativos que acostumbran ante la falta de argumentos.
Y es que muchos de ellos no han ocultado sus expresiones violentas (algunos de ellos incluso tienen problemas por ser golpeadores en sus hogares) por transformar su ignorancia en ira e insultos hacia las personas que no coinciden con sus ideas, una situación que le abona mucho al deterioro social y a la división de las ideas en nuestra comunidad.
Mientras siguen los abusos policiacos y los ataques a detractores del gobierno municipal, lo que no se puede frenar es la ola de robos pues, como se recordará, los amantes de lo ajeno ya le pegaron al propio ayuntamiento, ahora de nuevo al Obispado y a las oficinas de Parquímetros.
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