*Que Comiencen los Juegos del Hambre
Hace unos días una lectora hizo un comentario muy acertado cuando publicamos una nota relacionada con los numerosos candidatos que hay en los partidos políticos que contenderán en las próximas elecciones: ¡Que comiencen los juegos del hambre!
Por corta que sea la frase es más que lapidante, pues no solamente señala la voracidad de la clase política por seguir viviendo de presupuesto público, lo más sobresaliente es cómo la sociedad se ha dado cuenta que los discursos de servir, mejorar el entorno y enseñar los dientes para atraer simpatías no son más que rollo de la clase política, puras artimañanas.
Y es que como nunca antes, en esta contienda estamos viendo el mayor descaro en los candidatos, pues han dejado de lado sus principios partidistas, las ideologías de izquierda, centro o derecha, pero sobre todo, están apostando a que los electores tienen memoria corta y piensan que en un par de meses que dura la campaña los electores se van a olvidar de su pésimo desempeño, sus constantes inasistencias al trabajo, sus abusos o sus corruptelas, pero no es así.
Ya en el 2018 hubo un voto de castigo que marcó un cambio histórico en nuestro país al menos relacionado con la alternancia, pero que fue, sobre todo, el reflejo de una sociedad harta de abusos y corruptelas, de engaños e injusticias.
Por eso es importante señalar que es muy probable que ese fenómeno se repita en el 2021 a nivel estatal, regional y municipal, pues este año tenemos una sociedad que ha estado muy atenta al desempeño de cada uno de los precandidatos y es claro que van a votar con base a ello… es decir, quienes rindieron buenas cuentas, presentaron buenos resultados y de una u otra forma llevaron beneficios a la comunidades, es muy seguro que tengan posibilidades de triunfo; por el contrario, los vivales que solo se pararon de vez en cuanto en las salas de regidores o los congresos, que no presentaron iniciativas o gestionaron obra pública y que hoy saltan a otro cargo, seguramente van a ser calificados en base a ese desempeño.
2.- Quizá por los tiempos álgidos que vive el estado, la visita del gobernador Enrique Alfaro al Sur de Jalisco resultó un poco desconcertante… varios factores opacaron su gira de trabajo donde había obras de gran relevancia para la región.
Es decir, el Centro Cultural José Rolón que concluye la administración de José Guerrero tiene gran importancia para el impulso a la cultura, lo mismo que el Mercado Constitución o la ampliación del periférico, pero quisieron hacer la visita a la carrera y con ello evitaron que las obras lucieran.
Lo más lamentable fue el mal trato a los invitados… Alfaro no tiene ni por mucho el liderazgo de hace 9 o 6 años, pero su servidumbre no se ha dado cuenta de ello y tratar con la punta del pie a los invitados a sus eventos resulta peor que hacer un evento a puerta cerrada.
Ya no es el Alfaro que caminaba entre las multitudes, que saludaba y se tomaba selfies con quien lo pidiera, ahora luce desganado y hasta fodongo, la sonrisa más apagada y las simpatías, se ve claro, se están agotando poco a poco sobre todo cuando quienes buscan saludarle se topan con una muralla de malencarados guaruras.
No deben olvidar que es época electoral, por eso, el buen trato es básico en este tipo de actos para que sus invitados salgan con un buen sabor de boca primero por las obras cristalizadas y segundo, por la amabilidad de los anfitriones, pues de otra forma el efecto resulta inverso.
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