Published on octubre 6th, 2023 | by lavozsur
0Voracidad en el Ejido y las Ganas de Quedar Bien
Por donde quiera que se le vea, la entrega de predios al Ejido de Ciudad Guzmán es totalmente injusta y abusiva, ya que lesiona los intereses de la comunidad al afectar principalmente espacios de uso común.
Y es que el jueves 5 de octubre el presidente municipal Alejandro Barragán, entregó las llaves de edificio que inicialmente fuera una tienda Conasupo, luego oficinas del Ayuntamiento y un espacio para diversos actos públicos como ferias del empleo y entrega de apoyos sociales, al actual presidente del Ejido de Ciudad Guzmán, José Iván Jiménez.
El argumento es que esos espacios, al igual que el Casino Auditorio, el Lienzo Charro, las parcelas del Centro Regional de Educación Normal, el parque de la Colonia Santa Rosa y el edificio del Partido Revolucionario Institucional le pertenecen al Ejido, y para recuperarlos únicamente tiene que pagar el costo de las construcciones.
Dígase lo que se diga, el asunto es un absurdo, ya que en el trasfondo hay un interés voraz por parte de los ejidatarios, y por el otro, la intención de quedar bien ante la sociedad por parte del presidente municipal Alejandro Barragán al cristalizar la construcción de una nueva clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Y sí, no hay mandatario que no quiera realizar una obra que perdure a lo largo de los años, y más aún, una que brinde salud y cuidados paliativos a la sociedad, pero ocurre como cuando existe una fuga de agua, no se puede tapar un hoyo haciendo otro… pero también, habrá que ver cuál es la intención verdadera de los ejidatarios al estar peleando por recuperar esos espacios, pues hasta la fecha, no han externando sus motivos.
Por eso la postura del Gobierno de Zapotlán resulta ilógica y demasiado extraña, pues su postura, sin duda alguna, debería ser la de defender los intereses del pueblo y sobre todo, lograr que esos espacios públicos que por años han servido para la presentación de espectáculos, la diversión, el esparcimiento y la educación, queden de una vez por todas en manos del municipio, por hoy en día, pareciera que su postura es estar a favor de esos hacendados que vinieron a nuestro país para adueñarse de las tierras que le pertenecían a los mexicanos.
No debemos olvidar que el reparto agrario luchaba contra la opresión latifundista y estaba a favor del reparto de tierras, por ello, en aquel entonces quedó grabada la añeja frase de “la tierra es de quien la trabaja”, y en el caso de esos inmuebles, hay varias administraciones educativas, gobiernos municipales, colonos y hasta empresas privadas, que han invertido en esos espacios como para que venga una parvada de caciques a querer adueñarse de ellas.