Zapotlán y la Pandemia: Restricciones, Errores y Controversias
CIUDAD GUZMÁN, JAL., (ES).- El manejo de la pandemia por Covid-19 en Zapotlán el Grande ha sido un vaivén de medidas. Hemos vivido –o padecido– las restricciones más grandes en toda la entidad, mediáticamente fuimos ejemplo internacional y también el hazmerreír de medio México.
A casi siete meses de distancia, el municipio ha llegado al séptimo lugar en el acumulado de casos positivos y defunciones de todo Jalisco, lejos están los 60 días con historial limpio. Antes de fijar un responsable específico, cabe observar los granos de culpabilidad puestos por autoridades civiles, religiosas y la sociedad.
Estos son los hechos que han marcado a Ciudad Guzmán en los tiempos del Coronavirus.
Todo Cerrado. La administración de José Guerrero fue una de las primeras en Jalisco que se anticipó a las medidas tomadas por el Gobierno del Estado. Desde el 17 de marzo suspendieron ligas deportivas, cerraron bares y antros, cancelaron las celebraciones públicas por la Semana Santa e instalaron filtros de revisión en los ingresos a la ciudad.
Después el gobernador Enrique Alfaro determinó el cierre de negocios no esenciales, para entonces Ciudad Guzmán era ya el gran ejemplo entre los municipios. Hasta la fecha resalta porque aquí las campanas de las iglesias han suspendido su sonido, por ejemplo; y en funerales se siguen protocolos más estrictos.
Primera Mega Sanitización del 7 de abril
Sanitizaciones. En Primer Impacto de Univisión y el noticiario nocturno de Denise Maerker, en Las Estrellas, alabaron la decisión del Gobierno Municipal de desinfectar calle por calle de Ciudad Guzmán con aspersoras facilitadas por empresarios.
Fue la primera comunidad en México en atreverse a tanto, después “contagiaron” con su idea a las localidades vecinas y a territorios metropolitanos como Tlajomulco de Zúñiga.
La primera “mega-sanitización” ocurrió el 7 de abril. Al menos realizaron 10 en las semanas venideras. Era un espectáculo seguido a través de redes sociales por la población, al estilo reality show. La Organización Mundial de la Salud advirtió lo poco efectiva de esta forma de prevención, sin embargo a Guzmán parecía funcionarle pues el tablero de casos se mantenía en 0.
Procesión con las Sagradas Imágenes, 26 de abril
San José. Los católicos zapotlenses decidieron consagrar el patronazgo del pueblo a San José justo como protección ante calamidades, ya fueran del tipo natural o viral. Esta razón motivó a la Rectoría de Catedral y a la Diócesis de Ciudad Guzmán a sacar a las imágenes de la Sagrada Familia el 26 de abril. Realizarían una procesión alrededor de la plaza principal con la exclusiva participación de algunos religiosos y funcionarios de primer nivel.
La situación se salió de control, la voz se corrió y el acto que sería sin fieles congregó a varios centenares que se aglutinaron sin precauciones. La noticia acaparó medios estatales y nacionales. 14 días después, en el Día de las Madres, se revelaba el primer caso positivo en el municipio.
Ley Seca y Fiestas. El 1 de agosto entró en vigor un decreto emitido por el Ayuntamiento de Zapotlán el Grande que impidió la venta de bebidas alcohólicas y su consumo en la vía pública durante 15 días. El pretexto fue la alta incidencia de contagios en población joven, caracterizada por reunirse en grandes grupos a beber.
Otra decisión sin precedentes y seguida por los homólogos de municipios vecinos. El plazo venció y jamás se pudo comprobar su efectividad.
Hecho contrastante, pues mientras en toda la entidad el 1 de junio abrían apenas los bares al 25 por ciento de capacidad, aquí comenzaron a operar con normalidad. También se permitió desde agosto la operación de salones de fiestas, adelantándose a las disposiciones de Enrique Alfaro.
San José, Otra vez. La devoción –o idolatría– guardada hacia las Sagradas Imágenes hace imposible la cancelación de las fiestas de octubre. Clero y Gobierno idearon un programa para evitar grandes concentraciones; los sonajeros y danzantes, que ahora asisten en grupos pequeños a misa, habían cooperado en el uso de cubrebocas y distancia, siendo supervisados por Protección Civil.
Sin embargo el pasado domingo 4 de octubre los curiosos que paseaban por el Centro Histórico se congregaron a ver el pequeño espectáculo al ingreso de Catedral, formando un semicírculo donde, si bien no hay semejanzas con las multitudes acostumbradas en la Feria, sí se observaba la ausencia de cubrebocas y la cacareada “sana distancia”. Al igual que aquel 26 de abril, al público se le advirtió no asistir y seguir la transmisión por televisión y redes sociales.
Misa del 8 de octubre en Catedral
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