Zapotlán Renueva el Juramento Para que San José le Proteja
CIUDAD GUZMÁN, JAL.,(ES).- En una misa llena de solemnidad tanto al interior de Catedral como en Plaza Las Fuentes, el pueblo zapotlense renovó el Juramento que nuestros antepasados han hecho desde hace 275 años con la intención de que San José nos proteja de los temblores y las calamidades.
Fue la noche del 22 de octubre cuando el Obispo Oscar Armando Campos recordó que el Juramento se realiza desde 1747, año en el que un temblor azotó en Ciudad Guzmán y dejó cuantiosos daños materiales y decenas de pérdidas humanas. Documentos de la Diócesis de Ciudad Guzmán indican que el juramento es memoria histórica y compromiso fiel de este pueblo, que, ante los terremotos y calamidades naturales, eligieron a Señor San José como su patrono y protector, y le prometieron honrarlo cada año.
Con el juramento, el pueblo se compromete a tres cosas: realizar una fiesta sencilla y austera en honor a San José; designar por medio de una rifa a un mayordomo, no importando que fuera rico o pobre, que se encargará de pedir ayuda a todos los vecinos con la finalidad de que cooperen y lograr los beneficios, y por último a que todos deberían participar en la misa, en el sermón, en el rosario y en el sorteo de la rifa de la mayordomía.
El Obispo Oscar Armando Campos comentó que en esta ocasión se pide por los muertos por Coronavirus, los desaparecidos, los enfermos y los pobres, sin embargo, argumenta que el juramento no solo se trata de pedir y pedir, sino que es un compromiso que se hace con Dios para trabajar juntos en crear una familia y una sociedad justa y fraternal.
“Señor San José de Zapotlán pedimos tu protección para superar el miedo, la incertidumbre, sobre aquellos hermanos que están sumergidos en el dolor y la desesperanza”.
La tradicional misa concluyó con la sacada de las imágenes de la Virgen María y San José a Plaza las Fuentes, donde cientos de feligreses los esperaban para gritar” ¡Viva la virgen María! ¡Viva San José de Zapotlán”
Al ingreso, los asistentes levantaron su mano derecha y con profunda devoción juraron al Santo volver a realizar las fiestas el siguiente año a cambio de su protección de los temblores y su acompañamiento eterno. El juramento fue firmado por el Obispo de la catedral Oscar Armando Campos, las autoridades municipales, los representantes de la Guardia de Honor de la virgen y de San José, así como miembros de la familia García Cibrían, quienes fueron los mayordomos este año.
Por último, los feligreses se formaron para acercarse a las imágenes y agradecer personalmente por los favores recibidos, además de suplicar interceda a su favor en cuestiones personales.
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